tag:blogger.com,1999:blog-152350672024-03-23T13:54:14.272-04:00anarkyo.comGabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.comBlogger59125tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-34730006224534457562010-08-21T08:47:00.005-04:302010-08-21T09:03:10.242-04:30<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"href="http://gabrieltorrelles.com"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 330px; height: 166px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYUU2GH3GzpsEsPz0srX3Y7HFSciByTiz9dP-gSDuGThj-0HrZ57Qo-b_1wyhyphenhyphengTmmm65wYcGQVNhBAhcj6wVGnPH1wa0Ov4NoFCb_m1HD3KBqlSFgFO8AKdVkEvpnINuvjXiW/s400/gabrieltorrelles.gif" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5507855125351520770" /></a><br /><br />Tras la muerte de papá en 2008 había decidido dejar de escribir en un blog. Me pareció que <span style="font-weight:bold;">El Diario de Kyo Teriyaki</span> —como se llamaba entonces— representó un período de mi vida que coincidió con mi salida del periódico <a href="http://planetaurbe.com">Urbe</a>, la publicación de <a href="http://articulo.mercadolibre.com.ve/MLV-25381345-peor-que-tu-2008-autor-gabriel-torrelles-libros-urbe-_JM">mi primer libro</a> y terminó con la pérdida de privacidad, un corazón roto y un adiós final.<br />Desde entonces he andado escribiendo por ahí. Algunas columnas en revistas, entre ellas <a href="http://planetaurbe.com">de nuevo Urbe</a> y un redescubrimiento del mundo real frente a Internet y su enajenación.<br />Hoy en día, sin embargo, creo que por fin estoy listo para volver.<br />Sin la oscuridad excesiva de antes, creo yo que más maduro y creo también que con otros intereses más propios de un hombre de más de 30 años al que le siguen importando las mismas cosas, aunque las mire de otra manera.<br />Si este blog era negro, <a href="http://gabrieltorrelles.com">el nuevo es blanco</a>.<br />Y <a href="http://www.gabrieltorrelles.com/site/blog-postdata-01-el-futuro-era-esto-revista-dominical-ultimas-noticias/">habla del futuro antes que regodearse en el pasado</a>.<br />Se trata simplemente de eso. De volver a escribir sobre las cosas que me gustan, cada dos o tres días, y de que puedas leerme ahora que <a href="http://planetaurbe.tv">Urbe está convirtiéndose en otra cosa</a>, igual de peligrosa y tan genial como debió haber sido siempre.<br /><br />Entra ya en <a href="http://gabrieltorrelles.com">http://www.gabrieltorrelles.com/</a><br /><br />Hay cuentos, videos, artículos, música, fotos, dibujos y otros souvenirs del futuro que voy recogiendo en el camino.<br /><br />Cosas viejas, cosas nuevas, cosas fuera del tiempo.<br /><br />Las cosas que te gustan de mí.<br /><br />Corre la voz.<br /><br />Búscame allá.<br /><br />Esto está cerrado.<br /><br />Gabriel.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-39793538865438699372008-12-16T12:29:00.003-04:302008-12-16T12:46:09.140-04:30Sin título<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJ6NSQNPGCfBcvh2g7iku3SXW46FdxHj_Ks0bBw5S5GMPV8MDH0R5zHTtmcmCSnDmOm5-isfJNCBALCWAuiXbiVPLsa-WXpkbnXCIiH98yjV8p2q1EHkxMsL33sgIGb1IERwLk/s1600-h/teresa.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 384px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJ6NSQNPGCfBcvh2g7iku3SXW46FdxHj_Ks0bBw5S5GMPV8MDH0R5zHTtmcmCSnDmOm5-isfJNCBALCWAuiXbiVPLsa-WXpkbnXCIiH98yjV8p2q1EHkxMsL33sgIGb1IERwLk/s400/teresa.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5280437470932167634" /></a><br />Todas las noches, en secreto, revivo los temblores y maldigo los límites.<br />Lo hago consciente del abismo <br />que abre cada blasfemia.<br />Porque sé que mis intentos de alejarme de ti <br />sólo me mantienen más cerca.<br /><br />Todas las noches, en secreto, caigo de rodillas.<br />Y cómo un clérigo del vicio<br />Mis pecados hacen que sólo pienses en mí.<br />Siempre en mí.<br /><br />Estás.<br />Te odio porque estás.<br />Te odio porque no estás.<br />Porque soy esclavo de tu incertidumbre.<br />Y tú de mi certeza.<br /><br />Cuestión de tiempo,<br />de contar los minutos<br />de pensar constantemente en imposibles.<br />de soportar las tardes y esperar la noche,<br />que como ésta, como todas,<br />reune lunas llenas y devoción a ti,<br />y temblores y maldiciones<br />y esos pensamientos impuros que te escandalizan<br />y una vida de portarse mal<br />para que no olvides amarme bien.<br /><br />Juego con el antifaz de una sonrisa artificial.<br />Por tu culpa soy profano, oscuro y obsceno.<br />Lo hago en venganza<br />por mantenerme tan lejos de ti.<br />por obligarme a compartirte con el resto.<br /><br />Pero tú sigues cuidándome,<br />alejándome de tu perfección<br />escondiéndome el veneno.<br />Mientras<br />Vivo sin vivir en mí.<br />Y muero porque no muero.<br /><br /><i>(Poema leído el jueves 11 de diciembre de 2008, El Teatro, Las Mercedes, 11:00 pm. Videocase "Siempre en mí" by Billy se fue )</i><div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com18tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-24217233319307847572008-05-31T15:25:00.002-04:302008-05-31T15:54:40.176-04:30Furia<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsyLoNwOqmC3Aj7P3ZmsgJ9eJaHLdAXbz3j1KbjHAwelY1P3gxRsYWiZqC_bw-zNAW0hdoeVmGy5ryrdmm_ii9aQwdZR7GNjuRSSfa4Ht_PoxpMvzMdgnucx7qL5mPzM5ScdNZ/s1600-h/furia.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsyLoNwOqmC3Aj7P3ZmsgJ9eJaHLdAXbz3j1KbjHAwelY1P3gxRsYWiZqC_bw-zNAW0hdoeVmGy5ryrdmm_ii9aQwdZR7GNjuRSSfa4Ht_PoxpMvzMdgnucx7qL5mPzM5ScdNZ/s400/furia.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5206640539532257538" /></a><br />En otro arrebato de irresponsabilidad volví a encontrarme con el implacable cursor que titila sobre el documento en blanco. Bastante falta que me hacía estar frente a frente con el más sincero y riguroso de mis críticos. Dos meses atrás, cuando haciendo todo lo contrario a lo que siempre predico cifré todas mis esperanzas en 237 páginas de aforismos rabiosos e inconexos, supuse que el paso lógico después de la sobre exposión mediática sería la perdida paulatina de la furia. Para el 28 de marzo de este año, en un intento de poner mis expectativas en perspectiva, imaginaba que el motor de mi escritura (la ira) por fin se aplacaría para abrirle camino al cinismo que siempre acompaña el éxito en cualquiera de sus manifestaciones.<br />Con los intelectuales (y por eso nunca me permitiría formar parte de esa élite ni creo que a ellos se les ocurra darme permiso siquiera de acercame) este proceso es comprensible debido a que el cinismo precede a su rabia. La planificación de su futuro transcurre en una búsqueda patética de evaluar similitudes y diferencias entre las ideas que otros escriben y las que ellos desearían escribir. Se mantienen en un persistente estado de alerta frente a todo lo que no flote dentro del circuito cerrado de sus conocimientos. Así, cuando las diferencias son mayores que las semejanzas, su furia se alimenta con tal magnitud que son capaces de quemar a cualquiera con la misma intensidad destructiva con la que los bárbaros acabaron con Roma. <br />En poco más de 60 días han acabado conmigo tantas veces que he llegado a convertirme en una suerte de zombie errante que evita a toda costa tomar en serio lo bueno o malo que puedan decir de él y prefiere encerrarse en la invisibilidad que brinda la ignorancia. De vez en cuando hay quien me cuenta que alguien escribe por ahí que tengo un gesto que me catapulta directamente hacia la arrogancia o que soy una aberración genética producto de juntar todas las traducciones de Bret Easton Ellis y Chuck Palahniuk con el supuesto deseo de ser Jhonny Depp interprentando a Hunter S. Thompson. <br />Me han dicho mediocre, emo, bastardo, genio, promesa cumplida, promesa sin cumplir, poeta, estúpido, creído, humilde, falso, talentoso, aburrido, excitante, demente, vendido, sexy, monstruo, honesto, burdo, sobrevalorado, infravalorado e incorrecto. Me han dicho que lo que escribo no sirve para nada, han dicho que mi chica es una ninfa ignorante y pretenciosa (no sé que tiene que ver mi chica con todo esto, pero supongo que cuando los intelectuales dirigen sus dardos lo hacen siempre apuntando hacia donde más duele), que escribo basura para vender, que mi primera novela debía haber sido el reflejo realista de la juventud que sobrevive a los barrios y que en ella hay ideas propias de la Edad Media que no se corresponden a un autor que vive en un país convulsionado políticamente como es este. <br />Luego están quienes me dicen que lo que escribí es lo más arrecho que se han leído en su vida o que hay frases que le hicieron sentir que estaban leyendo sobre ellos mismos y sobre lo que sienten todos los días y sobre lo que nadie quiere hablar. Están los tipos que se toman fotos sin camisa y me dicen que se quieren acostar conmigo y la chiquillas que me dicen que se enamoraron de mí porque lo que escribí les asegura que no hay nadie que pueda comprenderlas en todos los aspectos (en la cama, en la locura, en la vida) como lo podría hacer yo. Hay quien me cuenta que están las señoras que escuchan en el metro platicando animadamente porque sus hijos o sus nietos están leyendo pornografía escrita por mí y que soy la encarnación de Satanás. Están las otras señoras, las que opinan que un vistazo a esas 237 páginas les puede dar una visión completa y profunda a la psique de sus hij@s adolescentes y las que me escriben para agradecérmelo. <br />Tienes a los doctores y los psiquiatras y a los sociológos que me escriben y me dicen, a partes iguales, que la juventud será mejor gracias a mí y los que me acusan de hacerla peor que nunca. Están los lectores que me dicen que me quedó lindo y los que dicen que me quedó lindo sin leerse nada. También están los lectores “expertos” que dicen que no hay nada de terrible en lo que escribí, que no pasa de ser una tontería, que con todo lo que se ha publicado de Sade, cualquier aspiradora de semen es reducida a una metáfora si acaso ridícula. Están los que me dicen pretencioso, así sin más. Están también aquellos que me dicen imbécil por tartamudear frente a una cámara de televisión. Están los locutores de radio que jamás me invitarán a su programa y los que pensaban no hacerlo y de repente (afortunadamente) algo les hizo cambiar de parecer. Están los que consideran un sacrilegio acercarse siquiera a algo publicado por la editorial que vendió mis aforismos rabiosos y los que lo compraron únicamente por esa razón. <br />Está uno de los hombres de letras más arrechos que conozco diciendo que mis 237 páginas conforman “una novela-cuchillo. Punzante navaja sobre aquellos estados turbados, y siempre abismales, del ser. Una navaja que esperamos pueda desde ahí, desde los párrafos que la dibujan en páginas, atravesar al menos un corazón”. Y está quizás el mejor escritor de Venezuela escuchando con cuidado un cuento tonto que escribí una madrugada y soltando abalanzas sobre él y yo mirando a todos lados muriéndome de la vergüenza.<br />Todos tienen razón. Todos están equivocados. En realidad no importa.<br />Allí está el remolino espectacular con el que sueñan los escritores, los cínicos de los que hablé al principio, aquellos para los que la cólera es consecuencia en lugar de causa. <br />Se supone, entonces, que todo está bien.<br />Pero cuando apagas la televisión y la radio y dejas de leer tu nombre repetido en revistas y en periódicos y en internet y llamas al banco y sólo tienes 5 bolívares fuertes en tu cuenta comenzando el mes y tienes que pedir prestado para comprar comida y nadie quiere contratarte para hacer lo que supuestamente sabes hacer y necesitas buscar otro trabajo nocturno para pagar las cuentas y desdeñas las miles de invitaciones que te envían para que vayas a eventos dónde “les encantaría” contar con tu asistencia porque no tienes dinero para pagar el estacionamiento del carro que eventualmente el banco te quitará si no lo pagas y sigues esperando la llamada que tienes meses esperando y no terminan de hacerla, en ese momento sabes que no puedes ocuparte en algo tan ridículo como la llegada del cinismo que acompaña el éxito.<br />De cierta forma (macabra, debo decirlo) me alegra no compartir la preocupación de aburguesamiento que persigue a los intelectuales de verdad. No tengo energía para estar intranquilo por racionalizar mi posición de “artista” frente al mundo. Mi rabia se mantiene impoluta, porque tengo casi 30 años y nada de lo que quiero tener. No puedo perder el tiempo sintiéndome ansioso por no llenar las expectativas de la crítica. No puedo permitirme el lujo de batirme a duelo con los frívolos argumentos de “los que sí saben”. Me sabe a mierda sumergirme en discusiones que juzgan si soy un escritor maldito o quién sabe que estupidez más se siga diciendo. Necesito comer. Necesito fumar. Necesito amar. Necesito que me amen. Necesito seguir escribiendo.<br />Soy un irresponsable porque estoy aquí, de nuevo frente al cursor, apostándolo todo a una rabia, que si bien no me ha hecho rico, me hace un hombre decente al que seguirán leyendo tanto “los que saben” como los que no. Los primeros para seguir destruyendo. Los últimos lo harán porque saben que soy como ellos, que comparto su furia y su verdad.<br />Maté a mi primera novela.<br />Pero en mi segunda novela es a mí a quien voy a fotocopiar, humillar, torturar y matar.<br />Soy decepción.<br />Soy negación.<br />Soy violencia.<br />Soy furia.<br />Soy muerte.<br /><br />He vuelto, hijos de puta.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com27tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-42288627645515778862008-04-24T12:42:00.008-04:302008-04-24T13:40:12.902-04:30Palabras de Edmundo Bracho, leídas como presentación de la novela “Peor que tú”, de Gabriel Torrelles<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGvTZKGmHzf-woGNZqEjV_o3DyMm2Jo-FilnZ8RQKdrD-kwQERsDW0WkE1N2qckscxBg1ADSKGxT7eq6BeMSCGSD3hGua6gKG7WA4nopLsxxuo4sMzWNyn342jb2wpklUNQNPc/s1600-h/DSCN1353.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGvTZKGmHzf-woGNZqEjV_o3DyMm2Jo-FilnZ8RQKdrD-kwQERsDW0WkE1N2qckscxBg1ADSKGxT7eq6BeMSCGSD3hGua6gKG7WA4nopLsxxuo4sMzWNyn342jb2wpklUNQNPc/s320/DSCN1353.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5192865013003951234" /></a><br /><br /><i>Muy pocas veces este desastroso mundo confabula a tu favor. Afortunadamente, en esta oportunidad sí ocurrió. El día del bautizo de <b>Peor que tú</b> tuve el mejor padrino con el que un escritor necio e inexperto podía contar. No fue sólo el respaldo de su nombre y prestigio. Fue que Edmundo Bracho se leyó mi novela, la sintió, la entendió y además escribió esto que estás a punto de leer.<br />Muy pocas veces este desastroso mundo confabula a tu favor.<br />Pero tuve demasiada suerte de que, al menos por esta vez, lo hizo conmigo.<br />Gracias Edmundo. Por esto. Por todo.<br /><br />G.<br /><br /></i><br /><br /><span style="font-weight:bold;">Leyendo la novela “Peor que tú” de Gabriel Torrelles se hace muy tonificante tener la posibilidad de medirnos frente a un texto que se distancia de las nuevas normas de la narrativa venezolana, me refiero incluso a aquella que hoy llaman joven narrativa o urbano-contemporánea o de nueva generación o pare usted de contar. Al fin y al cabo, son propuestas que parecieran casi siempre modeladas desde una misma intención de tono, con su algo telúrico, con su algo de sitio común, con su algo de nombrar las cosas y el mundo un tanto estadarizadamente. Propuestas, digo yo, que parecieran extender en complicidad esa terrible tradición tan latinoamericanista que nos viene a ser una suerte de tara a la hora de enunciar lo que tenemos al frente sin remilgos moralistoides o ideológicos. Sin tener que encaramarnos sobre algún teorema sociológico o sociologista. Trataré de explicarme mejor: nos tienen acostumbrados a una tradición donde para, por ejemplo, describir una mesa de cuatro patas, y un frasco de sal y otro de pimiento sobre ella, hay que rocear la fulana mesa, y el fulano frasco, y el fulano universo entero de una pátina de lo sistémico y sus jadeos, totalizadores. <br />Nos hablan de las razones morales por la cual la mesa ahí está, de su dónde ideológico, de su relación con el individuo histórico, de la hiperconsciente lucha de clases, una explicación totalizante que termina casi en un culto que termina por aturdir. Un despotismo ilustrado es eso; y está vivo y coleando. Incapaces del sano y esencial objetualismo. Incapaces de escribir “una mesa de cuatro patas, y un salero, y un pimentero… y una chica sentada aquí y un chico sentado allá… y un par de cojones sobre la mesa”.<br />Era la pendenciera autora Albertine Sarrazine quien redactó desde la cárcel que “un escritor de verdad es aquel capaz de poner los cojones sobre la mesa, donde sea y frente a quien sea”.<br />Una frase soez, convulsiva quizá, pero que nos remite al escritor que actúa bajo el impulso de purgarse sobre la página. Quiero decir: exorcizarse. <br />Eso ciertamente tiene nuestro autor, Gabriel Torrelles. Porque su novela “Peor que tú” es un ejercicio que, en su intención esencial, se encuentra en las antípodas de aquellas novelas que buscan fulgurar desde el equilibrio, lanzando un guiño tras otro a un virtuosismo naftalínico, hediondo a lo ya visto desde lo correcto. En “Peor que tú”, Torrelles usurpa las formas del exceso directo así cono el asomo de cierta herejía, extrayendo casi las últimas consecuencias de la rabia. No en balde, la palabra “odio” sea quizá la que más aparece en todo lo extenso del texto. Una rabia que muchas veces aparece con el rigor de la aberración, y más, de la provocación. Y como sabemos, la provocación desconoce el matiz, la mesura. La rabia se purga, se exorciza, o de otro modose vuelve explosión mortífera.<br />Así, la protagonista, Barbie de nombre, mujer naciente en el dolor, una anti-Lolita hastiada por los espejos y por ese ensordecedor coro que significan los demás, garabatea en su cuaderno una bitácora de rabiosísima intensidad. Escribe en azul porque ese es el color de su ira. Yo diría que sí: azul es el trazo que mejor prefigura y figura la cólera. No en balde, mi arquetipo de la arrechera, el mismísimo Hulk, fue en un principio de pigmentación azul grisácea, hasta que la envidia de algún cretino decidió dibujarlo verde.<br />Crecer es justamente aceptar del dictamen del espejo, de las complacidas voces de la apariencia, y ante el creciente hastío y el terrible inconveniente que eso significa, el personaje de Barbie convulsiona de manera sostenida al tiempo que fragmentaria, y emprende pues un viaje de lo corriente a lo radical, al filo de un vértigo muy conciente, y también muy nocivo. “Aprender –dice uno de los recurrentes aforismos del narrador– del dolor de los otros”. La andanza arrebatadísima de Barbie, esa que determina apenas un demiurgo narrador –un apenas demiurgo narrador– se va confesando abierta, crudamente, en sus pálpitos por adelantarse como la peor, la peor de todo: las más indolente, la más molesta, la más extraviada, la más aberrada, la más puta de su santidad. Y lo inevitable sucede: Barbie está a punto de convertirse en un caso, mucho más que un personaje. Un caso de perdición errante. <br />Parodias de ménage-a-quatre hollywoodense, juegos masturbatorios entre freaks limítrofes, estallidos piromaniacos del más resuelto capricho adolescente, sueños de eterno retorno al nunca jamás entre explosiones de alto calibre. Como en la fantasía de toda experiencia-límite, el personaje/los personajes de Torrelles, nos invitan a ser parte, al menos desde las gradas, del epiléptico tejido de una suerte de ethos del me-cago-en-todo, del absoluto impurísimo. Nada, nada, nada, nada mil veces, escribe Barbie en su cuaderno, y con su tinta azul. Realmente la nada son sus ráfagas interiores, su voluntad algo temblorosa de acometer lo indecible, lo bajísimo, lo peor. Pero, a decir verdad, los personajes de Torrelles no son nihilistas puros o nihilistas en la acepción clásica del término. Diría que, mucho más que nihilistas, más que tratarse de un grupete de cruzados sistémicos de la nada, son de esos negacionistas que se crispan frente a la evidencia de su propia rabia incesante. Se presentan al mundo, y el mundo a ellos, en estado de agonía, no a partir de una visión totalizadora de la nada suprema. No poseen una visión suficientemente organizada para refutar lo existente como algún místico engañado. Son incapaces de imponer un orden a partir de la nada. Más bien, van negando todo lo que les espera, ese futuro que prefieren se vaya en fuga de azul rabioso en lugar de tornarse en color homogéneo, y peor que eso: terriblemente homogeneizante.<br />Además, Gabriel Torrelles tiene el mérito de imprimirle un lirismo casi romántico a sus personajes, y un tanto también al tenor de sus lacónicos símiles, de sus metáforas sucias y romas. Ya lo decía el arrogante de Hemingway: las personas más crueles son siempre las sentimentales. Y de ellos estamos rodeados en los párrafos de “Peor que tú”.<br />Nadie procura “portarse bien” sino es para asir el afecto del otro, así sea de la manera más trastocada e hiriente. Y avanzan así los personajes en procura de lo peor, de decir, en busca de su “peoridad”, esmerándose sobre lo peor, haciéndolo estallar. Ir más allá sin detenerse nunca, sin jamás recular ante la mueca del coro o el peligro descifrado en la convención. Pero no les visita ni la suerte ni la desgracia de poder anclarse en un absoluto que los salve o redime; se van creando sus propias abismos –ayudados por el capricho trastocado del narrador–, y sabemos bien que todo abismo abre otro abismo, un abismo nuevo para hundirse nuevamente, sea con la canción de Lou Reed o de Depeche Mode de fondo. Sin matices, sin advertencia. A los coñazos. <br />Esos abismos, se dirá, son en esencia “estados del ser”. Los estados que mejor ha sabido explorar Gabriel Torrelles en su novela. Una novela-cuchillo. Punzante navaja sobre aquellos estados turbados, y siempre abismales, del ser. Una navaja que esperamos pueda desde ahí, desde los párrafos que la dibujan en páginas, atravesar al menos un corazón. Y eso es lo que importa realmente, como lo dijo Jean Cocteau. Escribir para atravesar sólo un corazón. Así, en el furor pleno de la rabia. </span><br /><br />Edmundo Bracho<br />Caracas, 6 abril de 2008.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-40651461990930838012008-04-03T00:07:00.002-04:302008-04-03T00:09:17.788-04:30Bring it on<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg12qlVXsdQA93eciDVEaaRjaxozRu8txltaeG_NPcppJTQOQs2x5T95iyjhu4TBUD3lUDG1ZwuO7uYNNt_gBrGVLWr1lr66qhcfbAu59A4E22auWxikKSIaASloh56korsyCHR/s1600-h/Funeral1.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg12qlVXsdQA93eciDVEaaRjaxozRu8txltaeG_NPcppJTQOQs2x5T95iyjhu4TBUD3lUDG1ZwuO7uYNNt_gBrGVLWr1lr66qhcfbAu59A4E22auWxikKSIaASloh56korsyCHR/s320/Funeral1.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5184873976976031218" /></a><br />Un cuento corto.<br />Escribí la primera, la segunda, la tercera y todas las demás líneas que eventualmente se convirtieron en el primer capítulo de “Peor que tú” hace exactamente siete años. Lo hice en medio de una borrachera bastante vergonzosa en un pequeñísimo piso de Madrid mientras veía a través de Televisión Española imágenes del golpe o lo que sea que haya pasado en Venezuela ese abril.<br />Tomé ese primer borrador y lo registré como registro todas mis cosas. Suelo ser bastante cuidadoso con eso y luego, cuando me enfrentaba a problemas un poco más complicados que continuar escribiendo lo que podría convertirse en una novela (cosas como qué diablos iba a comer sin un euro en el bolsillo), simplemente lo imprimí y lo guardé entre el resto de los borradores de las cosas que hice el tiempo que viví en España.<br />Luego llegué a Venezuela, me hice editor de urbe y me olvidé de escribir esa novela. Era preferible y rentable escribir cada semana un editorial en el que —como no— robé mis propias frases y las fui soltando por ahí, sin que tuvieran conexión entre sí al principio, hasta que entre el 2004 y el 2005 la Cadena Global me pidió abrir un blog que me sirvió, entre otras cosas, para encontrar esa conexión que me hacía falta para continuar con ese boceto de la primavera de 2001 y que finalmente, a principios de 2006 convertí en ese librito de 240 páginas que nunca quiso ser libro.<br />Entonces uno se da cuenta de que va soltando frases por ahí y que cualquiera puede agarrar y decir que son suyas sólo porque se han pasado tanto tiempo como yo leyendo a los mismos autores.<br />Afortunadamente, mi novela desde un principio deja claro que Chuck Palahniuk y Ray Loriga han sido sampleados y homenajeados hasta la saciedad en sus páginas. Lo hace porque es la verdad y porque no le importa que las palabras de los autores que más admiro en el puto mundo estén dentro de ella, sobre todo porque esa novela jamás hubiese existido si su autor no se supiera de memoria algunas de las metáforas más arrechas de la literatura moderna.<br />Pero tras tantos años escribiendo periódicamente, mes a mes, semana a semana y en casos excepcionales de inspiración, día a día, lo que miles de personas han leído y amado y odiado según sea el caso, es absurdo que haya personas tan malintencionadas como para atreverse a asegurar que lo mío no es mío.<br />Eso no es lo triste. Lo triste es que, siendo personas a las que todavía considero sumamente talentosas, tengan que recurrir a basura de ese tipo. Y lo peor es que no entiendo la razón. Es decir, ¿existe la posibilidad de que encuentres una frase maravillosa que hubieses querido escribir tú y que eso te haga pensar que en realidad lo hiciste?<br />Puede ser. A mí me ha pasado muchísimo con ese par de escritores a los que tanto recurro cuando creo que nada tiene sentido. Pero tengo los cojones suficientes como para no perder la cordura y darles el crédito que merecen en el altar de mis héroes personales.<br />Sin embargo, no sé. A veces creo que confío demasiado en las buenas intenciones de la gente y me olvido de que todo el mundo es básicamente pura mierda y que cualquiera se cree Borges por haber escrito una que otra frase afortunada y que eso lo angustia demasiado, porque a diferencia de los que de verdad sudamos y no tuvimos como comprar comida y en realidad no tuvimos nada más que nuestras palabras para sobrevivir, a ellos les da demasiado miedo no volver a escribir algo decente nunca más, eso si es que en realidad no viven en la ficción esquizoide de que en realidad lo hicieron.<br />No quería escribir esto. Mi chica no estaba de acuerdo con que lo hiciera y yo mismo dudo que sea una buena idea. Pero lo hago por dos razones. La primera es que quiero pensar que de repente quien se haya atrevido a decir cosas sin sentido se dé cuenta de que un buen escritor se hace escribiendo historias y no reclamando las que no se le ocurrieron primero. La segunda razón es que no pienso volver a hablar del tema nunca más.<br />Todavía me gusta como escribes y creo que tienes potencial de hacer algo mil veces mejor de lo que yo podría hacer si te pones a trabajar en lugar de ponerte a inventar mentiras que justifiquen que vivas quejándote como una niña. Es por eso que esta es la última vez que te prestaré atención.<br />Pero si quieres fastidiar tengo cientos de chicos que podría reconocer un texto mío a mil kilómetros entre cualquier imitador de mala fé y cientos de chicos también que podrían decirte cuántas de las frases que dices que te pertenecen están en cualquiera de los doscientos editoriales que guardan celosamente en sus cuartos y también el registro de propiedad intelectual de una novela que comenzó a escribirse cuando tus poemas eran pobres copias de las peores canciones de Kurt Cobain.<br />So, bring it on!<br />(Sí, así se llama una película de cheerleaders gringas a las que irónicamente te quieres parecer tú)<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com25tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-85818530419806276042008-03-28T11:39:00.001-04:302008-03-28T11:42:27.759-04:30Siempre es posible portarse peor<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHk34eCItfY2aui9LnGb2ApZNSu7UhyxXGG8j5t1PdOZHFP5A7asQDrzRHnokjdrEJuI6ASH0zDDTWM7BGDUDptIjt123vRsmMzIcPrYg1G5cAfqD7RKrjbZfdb3egx6862_Oq/s1600-h/_MG_6556.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHk34eCItfY2aui9LnGb2ApZNSu7UhyxXGG8j5t1PdOZHFP5A7asQDrzRHnokjdrEJuI6ASH0zDDTWM7BGDUDptIjt123vRsmMzIcPrYg1G5cAfqD7RKrjbZfdb3egx6862_Oq/s320/_MG_6556.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5182825805856816610" /></a><br />Hay dos momentos que recuerdo muy bien. Uno ocurrió a principios de abril de fines de siglo. Si estabas en Caracas y salías tanto como solía salir yo en aquel entonces, lo más probable es que me hubieses visto con las pupilas dilatadas, bailando como un duende imbécil en medio de un montón de gente sudada, aturdida y sonriente, con el corazón a punto de estallar, tembloroso y perdido entre la intermitencia de las luces estroboscópicas, con una botella de agua en la mano, batiendo la cabeza como un autómata al ritmo de un beat mineral que hacía que todo parecía ser posible.<br /><br />Nunca podré decir que quienes sobrevivimos a la confusión de aquellos años estuviésemos seguros de estar haciendo lo correcto. De hecho creo que lo único de lo que estábamos seguros era de nuestra propia infamia, del desparpajo con el que le sacábamos la lengua a la madurez inminente mientras nos sentíamos orgullosos de nuestra propia estupidez.<br /><br />En retrospectiva, todas las consignas de paz, amor, unidad y respeto se escuchaban tan bien como una canción de Tom Waits mirando el atardecer con el culo clavado en la arena de cualquier playa caribeña, con la boca seca y los pies sucios. Pero a medida que nos lo tomábamos cada vez más en serio, irónicamente también comenzábamos a darnos cuenta de que la utopía que creímos real jamás iba a pasar de una fábula química que desaparecería con los primeros rayos del sol de la adultez y la responsabilidad y todas esas mierdas.<br /><br />Fue cuando me hice consciente de esto y de otras mentiras más egoístas (pero igual de dolorosas) que decidí quitarme la vida.<br /><br />Soy incapaz de hacer un recuento de todo el veneno recreativo con el que maltraté mi cabeza una vez que entendí que todo era mentira. Sí puedo decir con toda seguridad que sea lo que sea que usé esa mañana hizo bastante bien su trabajo.<br /><br />Y conservo una imagen brumosa y dolorosa de ese día. Llevo en mi cabeza a mamá llorando convencida de que yo jamás podría abrazarla de nuevo, a mis mejores amigos cargando mis huesos enfermos, al hospital psiquiátrico, a la nariz rota y a las ganas de convertirme en nube para no tener que despertar y darle la cara a la vergüenza y esas lagunas mentales que todavía hoy me persiguen cuando me veo en el espejo y a esa esquizoide manía de ser un cuerpo descompuesto que camina en el mundo de los vivos y que ningún poema torpemente escrito por mí puede retratar con suficiente precisión.<br /><br />Exáctamente ocho años después estoy seguro de que soy el rey de los idiotas. No es sólo que haya estado tan cerca de los gusanos. Es que me costó años parar de buscar atajos que me llevaran de una vez por todas hasta ellos.<br /><br />Lo que me lleva al segundo momento.<br /><br />De nuevo es el mes de abril, pero esta vez está terminando. Estoy encerrado en un minúsculo cubículo del baño de una discoteca con un par de amigos que arman líneas de polvo amarillento para darnos banquete mientras en el piso de abajo una docena de revistas y páginas de internet y canales de TV me andan buscando desesperadamente para que les hable de una revista que acaba de salir a la calle con una Miss Universo en portada.<br /><br />Entonces, cuando un encargado de seguridad del local comienza a tocar violentamente la puerta del baño de hombres y sospecho que me van a sacar esposado de mi propia fiesta y decidimos salir (a pesar de que al verme en el espejo sólo contemplo un monstruo atrapado en una mueca desagradable que trato de volver invisible con vodka barata) y comienzan los flashes y deseo volver a convertirme en nube con más ahínco que nunca, ahí, a un paso de botar el vaso sobre la alfombra y arrojarle un fósforo encima para quemar ese club maldito, la vi a ella de cerca por segunda vez.<br /><br />Pero en esta oportunidad terminaríamos hablando de cualquier cosa hasta que la madrugada amenazó con despedirse. Y borracha como ella estaba y destruído como estaba yo, nos besamos en el rincón de una discoteca que ya no existe y a la que llegamos dando traspiés en búsqueda de un refugio para eso que todavía esta mañana, como todas las mañanas, tenemos en común.<br /><br />Y hemos tenido momentos malos y hemos tenido momentos buenos. Y nos hemos odiado y nos hemos amado. Y hemos estado hartos el uno de otro y nos hemos vuelto locos extrañándonos también. Pero todo esto es irrelevante cuando me deshago de lo accesorio y me quedo con lo que verdaderamente importa.<br /><br />Aquella noche de abril cuando me salvó.<br /><br />Tres años han pasado desde entonces. Y tantas cosas de las que he escrito aquí y de las que seguramente seguiré escribiendo. Eso es.<br /><br />Pero cuando intenté armar un cuento con las polaroids de esos momentos lo que me salió fue otra historia. Si lees bien encontrarás la misma confusión que me invadió aquel día que decidí quitarme la vida. Si sigues leyendo también encontrarás lo que para mí es el plácido temblor que implica conseguir la fórmula para convertirse finalmente en una nube en la que puedas escapar de todo y salvarte.<br />Pero si soy brutalmente honesto contigo te diré que lo que más quiero es otra cosa.<br /><br />Que hoy se convierta en otro momento de esos que duran para siempre.<br /><br />Un día en el que quizá,s si tú lees ese libro tonto escrito que escribí para ti, tal vez, sólo tal vez, decidas quemar este mundo junto a mí.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com20tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-58874026702058886542008-03-24T13:00:00.004-04:302008-03-24T13:36:33.534-04:30Funeral<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWu8kbgf-tFt3MF0HrXPJsHL3NOTpwtQMTzxNSaShL7v7m4JcGRPiZelQKc9wfsIK9n7tnE2HFKT1LK_BxOiNZJ5r4QM4sLhlX972rL9C2Yli_Pg4PLXZQth_3XT0gWacIHHdA/s1600-h/Funeral6.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWu8kbgf-tFt3MF0HrXPJsHL3NOTpwtQMTzxNSaShL7v7m4JcGRPiZelQKc9wfsIK9n7tnE2HFKT1LK_BxOiNZJ5r4QM4sLhlX972rL9C2Yli_Pg4PLXZQth_3XT0gWacIHHdA/s320/Funeral6.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5181370460483534274" /></a><br />Esta es una historia corta sobre un chico que un día se asustó tanto que no quiso volver a levantarse de la cama. No hay mucho que contar. El chico estaba asustado y la cama estaba muy cómoda y levantarse para enfrentarse al mundo le pareció un grave error.<br />El punto es que se quedó allí durante días hasta que olía tan mal que todos sus amigos dejaron de visitarlo para evitar que el olor a porquería se les metiera por la nariz. Y él de alguna forma fue feliz todos los días que estuvo allí, que no fueron muchos, porque después de la segunda semana el chico estaba tan flaco y hediondo y hambriento que se murió de un paro cardíaco.<br />Sin embargo esa no es la parte interesante de la historia. La parte interesante fue lo que ocurrió después. Porque cuando su chica fue a visitarlo con una mascarilla puesta esperando sacarlo de allí se encontró con que su cuerpo había desaparecido.<br />¿A dónde coño se había ido el cuerpo del chico? Pues esa es la pregunta que comenzó a hacerse todo el mundo que paulatinamente fue a recorrer el cuarto maloliente donde había tenido lugar el misterioso acontecimiento.<br />De repente ese cuarto ya no olía tan mal (tomando en cuenta que por fin alguien se había dado cuenta de que no iba a dejar de oler mal a menos que se abrieran las ventanas) y la gente comenzó a llevar cervezas frías y porros de marihuana y algunos más osados se aparecieron con bandejas que encima tenían gruesas líneas de cocaína y billetes de 20 bolívares (de los de antes, no se los de ahora) y todos reían y escuchaban Skid Row a todo volumen y celebraban sus recuerdos con el chico, antes de que los amaneceres se hicieran tan pesados e intermitentes como una colonostopia.<br />Uno recordó la vez aquella en la que se robaron un carro que condujeron no más de dos cuadras completamente borrachos hasta chocarlo contra un poste y volverlo mierda, literalmente, aunque a ellos no les pasó absolutamente nada. En cuanto a las chicas, no estaban tan calladas como algunos chicos, y disfrutaron comentando como todas eventualmente, algunas más temprano que tarde, terminaron acostándose con él. A su chica, a la última y la definitiva, no le pareció apropiado tener que escuchar esto en un momento tan difícil para ella, como lo era el saber que el saco de huesos que le recitaba poemas al anochecer ya no estaba allí. Sin embargo, se dio cuenta de que no podía evitar que todo esto pasara en sus narices, porque no habría razón para lamentarse realmente si al final donde quiera que su chico estuviera se encontraría mucho mejor y feliz y sonriente como un tiburón blanco.<br />Entonces se retiró hasta apoyar su espalda contra la pared tapizada con afiches de Nirvana y reproducciones baratas de cuadros de Modigliani y esas cosas que siempre atestiguaron los orgasmos que tuvo durante tres años enteros, y comprendió por la felicidad de todo el mundo que su chico o bien seguía allí o que en realidad jamás lo había estado.<br />Esta es una historia corta sobre un chico que un día se asustó tanto que no quiso volver a levantarse de la cama, un chico que se vio rodeado de gente que celebraba feliz su muerte como él lo hubiese deseado, un chico que se dio cuenta de que no podía morirse si ya estaba muerto.<br />Uno de esos dramas góticos con los que torpemente sueñan aquellos que se ahorcaron con sus propias esperanzas al echar un vistazo en el futuro.<br />O algo así.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-11691595956632510342008-03-18T16:23:00.004-04:302008-03-18T17:53:21.051-04:30Manchas de tinta<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_-e-AMOlrIDpGsy6FmLSBS4z6KykK8vJR7bPXdIVo-vajNo0EUMoji8iElO6jBwdxH1Iv891u1L_qmsmK4afyOnvLoGVeD4yYmPiQX9oy8lnVZi4TsRppMGwbpy1yWph1ufma/s1600-h/Peor_Patron-color.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_-e-AMOlrIDpGsy6FmLSBS4z6KykK8vJR7bPXdIVo-vajNo0EUMoji8iElO6jBwdxH1Iv891u1L_qmsmK4afyOnvLoGVeD4yYmPiQX9oy8lnVZi4TsRppMGwbpy1yWph1ufma/s320/Peor_Patron-color.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5179206658231209554" /></a><br />Hace dos meses que no escribo una miserable línea. Los números no mienten. Durante demasiado tiempo estuve evitando ensuciar esto como manchas de tinta. Y tú me pedías que escribiera algo, cualquier cosa, que dejara de robarme letras de canciones, que me enfrentara a la vida sin quejarme de todas las pendejadas que siempre me han hecho quejarme y que volviera en mí y reaccionara y me emborrachara de nuevo y regresara al infierno y me dejara escoñetar por mis demonios como un tipo de verdad.<br />Yo hice lo que me dio la puta gana. El corazón me dolió como nunca nada me había dolido y perdí cosas que no sé si recuperaré alguna vez. Me convertí en una de esas escorias minerales y saludables como el agua embotellada. Empecé a comer más sano y a dormir más, perdí quién sabe cuantos kilos trotando con un pantalón de mono que parece robado del mismo asilo donde encerraron a mi abuelo y lo escondieron de mí y de mi egoismo y de mi poco afecto por la idea de familia. Sonrío más que antes y estoy más enamorado que antes y creo estar seguro de que ahora más que antes también han vuelto a amarme a mí, sin reservas, sin dramas, sin ese infarto a punto de ocurrir, sin Sid y sin Nancy.<br />Los últimos dos meses he recogido toda la basura. Todo brilla, todo es excitante y nuevo y fabuloso como un relámpago rojo.<br />Y paso los fines de semana viendo <i>Discovery Home & Health</i>. Y pienso recurrentemente en bebés y se me sale la baba si veo uno en la calle y me muero por tener uno mío al cual abrazar y proteger de todo lo que me ha pasado a mí durante esos violentos treinta años en los que me he maltratado como nunca, en búsqueda de la muerte y en búsqueda de salvarme, contradictorio, ruin, estúpido, blanco y verde y pálido y gordo y flaco y sudado y seco y feliz y no tanto.<br />Esto es. He terminado por domesticarme.<br />Soy un perro faldero que llegará a viejo y no ese animal salvaje que jugaba cartas con Lucifer apostándose la vida. Ya no.<br />Claro que no estoy seguro de nada como no lo estaré nunca. Pero sí confío un poco más en lo que creo puede ser lo único para lo que sirvo.<br />Tengo dos meses sin escribir una miserable línea, pero en lo absoluto eso significa que me sienta tan seco como me sentí siempre. Nada que ver. Son ellas las que revolotean entre mis visceras esperando que las deje salir de una vez por todas. Son ellas las manchas kamikazes que quieren darle forma a todo el asco y la inconformidad, y como no, a los dolores del corazón que nunca están de más cuando miras en retrospectiva y te encuentras con una foto vieja de cuando tenías 19 años y te das cuenta de que te estás volviendo viejo.<br />Acabo de hacer una apuesta muy grande.<br />Tengo un libro a punto de salir a la calle al que no podré leer porque estoy seguro de que se me cortará la digestión.<br />No es porque sea un mal libro. Es porque ya a estas alturas leerlo sería como leer algo escrito por otra persona, quizás más talentosa que yo y muchísimo menos sabia, aunque absolutamente más honesta.<br />Me miro al espejo y ya no soy capaz de reconocer al suicida de hace dos meses. A veces lo busco, simplemente para no perder la costumbre de tener algo de qué lamentarme. Pero ya no se encuentra ahí. Le ha dado paso a este ex drogadicto, ex periodista y ex humano que por fin, después de tantos coñazos, se ha dado cuenta de que su única virtud es no tener ninguna virtud más que ser sincero.<br />Y sí, como no, hay bastante expectativa en la calle. El fulano al que una vez un famoso escritor español le dijo que tenía futuro en el oficio finalmente escribió algo que durante un instante se le hizo posible que a alguien más que a su chica le gustase. Está seguro de que no es ni de lejos no mejor que podría escribir, pero lo hizo, coño, lo hizo.<br />También está seguro de que habrá personas eruditas que lo atacarán como perros voraces, clavando sus colmillos de odio sobre cada palabra, y que tacharán su estúpida novelita de adolescentes descarriados de mierda pura.<br />Pero también sabe que hay algunos de ustedes que sí entenderán lo que quiso decir.<br />Y que sonreirán cuando "los que saben" nos den con todo.<br />Y que sabrán leer en las manchas de tinta las cosas que todos saben y que nadie dice y que todos suponen que nadie tiene que decir.<br /><br />Y en mitad de esa tormenta, de esa rapsodia cósmica, sobrio y viejo y seguro de que la muerte es lo único seguro, esperaré que un asteroide descomunal caiga sobre mi cabeza y los miraré a todos ustedes a los ojos y les sonreiré agradeciéndoles por estar ahí mientras me estrello de una vez con el futuro que siempre he negado y desaparezco para siempre, sin la hija de ojos grandes con la que sueño todas las noches ni el beso profundo del verdadero amor de mi vida, la que no pregunta, la que no huye, la que no tiene miedo, la que no me obliga a poner puntos, la que prefiere seguir surfeando sobre las comas.<br /><br />Nadie me llorará porque yo no quiero que me llore nadie.<br /><br />Ni las manchas de tinta negra que dibujé para ti.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com20tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-32127569978447882702008-01-16T12:30:00.000-04:302008-01-16T12:58:26.947-04:30Cute Without The "E" (Cut From The Team)<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghxbhNSpMgypufEAYVDVhSWKm-aiUShul-PFovs8G7nlijSJvX39cHnlTum2Nhhgw2rNZyY35jal6RZTGU7tHKsSVTZ8edng8exY83_At0HG_fFVSprq2oDNzwn9kdYTnNaRZL/s1600-h/theBetrayal.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghxbhNSpMgypufEAYVDVhSWKm-aiUShul-PFovs8G7nlijSJvX39cHnlTum2Nhhgw2rNZyY35jal6RZTGU7tHKsSVTZ8edng8exY83_At0HG_fFVSprq2oDNzwn9kdYTnNaRZL/s320/theBetrayal.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5156121480484361026" /></a><br /><i>Your lipstick, his collar.. don't bother Angel<br />I know exactly what goes on<br /><br />When everything you'll get is<br />everything that you've wanted, princess<br />(well which would you prefer)<br />My finger on the trigger, or<br />(me face down, down across your floor)<br />Me face down, down across your floor<br />(me face down, down across your floor)<br />Well just so long as this thing's loaded<br /><br />And will you tell all your friends<br />you've got your gun to my head<br />This all was only wishful thinking,<br />this all was only wishful thinking<br />And will you tell all your friends<br />you've got your gun to my head<br />This all was only wishful thinking,<br />this all was only wishful thinking<br />let's go...<br /><br />Don't bother trying to explain Angel<br />I know exactly what goes on when you're on and<br />How about I'm outside of your window<br />(how about I'm outside of your window)<br />Watching him keep the details covered<br />You're such a sucker (you're such a sucker)<br />for a sweet talker, yeah<br /><br />And will you tell all your friends<br />you've got your gun to my head<br />This all was only wishful thinking,<br />this all was only wishful thinking<br />(the only thing that I regret is that I, I never let you hold me back)<br /><br />Hoping for the best just hoping nothing happens<br />A thousand clever lines unread on clever napkins<br />I will never ask if you don't ever tell me<br />I know you well enough to know you'll never love me<br />Hoping for the best just hoping nothing happens<br />A thousand clever lines unread on clever napkins<br />I will never ask if you don't ever tell me<br />I know you well enough to know you'll never love me<br />Hoping for the best just hoping nothing happens<br />A thousand clever lines unread on clever napkins<br />I will never ask if you don't ever tell me<br />I know you well enough to know...<br /><br />Why can't I feel anything<br />from anyone other than you?<br />Why can't I feel anything<br />from anyone other than you?<br /><br />And all of this was all your fault<br />And all of this<br /><br />(Makes things worse)<br />I stay wrecked and jealous for this,<br />for this simple reason<br />I just need to keep you in mind<br />as something larger than life<br />(she'll destroy us all before she's through<br />and find a way to blame somebody else)<br />I stay wrecked and jealous for this,<br />for this simple reason<br />I just need to keep you in mind<br />as something larger than life<br />(she'll destroy us all before she's through<br />and find a way to blame somebody else)<br />I stay wrecked and jealous for this,<br />for this simple reason<br />I just need to keep you in mind<br />as something larger than life!</i><br /><br />(Taking Back Sunday - Tell All Your Friends)<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-66033684765652053152008-01-10T17:21:00.000-04:302008-01-10T18:40:35.376-04:30Mientras no me ves<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtXFOyEtiuqH8Qj65yPapx3rwdjs-R84-ezD4f9rLy9orYL0k1gQT6zLwGF92_Yriu6r5GKS1f5QdAr9Az8PoLSYcfwVLjdUUTgicg3skQSEJw3vMN7MlmynnIqrEzmywqligj/s1600-h/800_Licudine_Broken_Heart.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtXFOyEtiuqH8Qj65yPapx3rwdjs-R84-ezD4f9rLy9orYL0k1gQT6zLwGF92_Yriu6r5GKS1f5QdAr9Az8PoLSYcfwVLjdUUTgicg3skQSEJw3vMN7MlmynnIqrEzmywqligj/s320/800_Licudine_Broken_Heart.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5153988848833270562" /></a><br />Créeme, lo estoy intentando.<br />A ratos es más difícil de lo que esperé que sería, pero intento que no te des cuenta.<br />De cualquier forma, ya ni siquiera de vez en cuando pasas por aquí, por lo que lo que escriba se va a perder igual que lo hemos perdido todo.<br />Y cuando lo pierdes todo eres libre de hacer cualquier cosa.<br />Todo es un aprendizaje. Es lo que me dices con tus grandes ojos de bebé mientras me partes el corazón a puñaladas.<br /><i>No quiero hacerte sentir mal... No quiero perderte... Pero es demasiado soon para un rebirth</i>.<br />Ya, lo entiendo. Tampoco es que yo sea un tarado que no entiende nada. Lo que soy es terco e iluso y pendejo, pero tarado no.<br />Incluso así estoy jodido y el mundo entero se caga de la risa conmigo y tú te quedas de lo más tranquila en tu mundo paralelo como si todo estuviese bien.<br />Pero nada está bien.<br />Te sonrío y te cuido igual que siempre y te acaricio la piel igual que siempre y te miro desnuda igual que siempre y te intento besar como te intentaba besar siempre, pero no te voy a engañar, no siento por ti lo mismo de siempre. Está "eso" que me martilla la cabeza y que no entiendo y que me duele tanto y que tú conviertes en nada como si no fuese lo peor del mundo.<br />Pero lo estoy intentando, aunque no sepa muy bien por qué. A veces tiro la toalla y a veces no. A veces me canso y quiere que todo se vaya a la mierda y otras veces espero que seas otra y que me recuerdes por qué se supone que vale la pena que extirpe el 16 de diciembre de mi cabeza.<br />Yo ya no lo sé. Pareciera que sí, pero a los pocos minutos caigo en cuenta de que todas las heridas dejan cicatrices y algunas son tan horribles que no se curan nunca. Y luego trato de ser maduro y al cabo de un segundo mando la madurez al infierno y después quisiera saber por qué y entonces recuerdo que nunca lo voy a saber y que lo tengo que tomar o dejar.<br />Porque no sé cómo haces, pero hasta parece que quien pierde con todo esto soy yo.<br />Sin embargo, en mis pocos instantes de lucidez sé que tanto tú como yo estamos claros de que eso no es cierto.<br />No importa el cinismo con el que lo veas.<br />Esta cárcel en la que me tienes es temporal, eso te lo juro. Sólo estoy esperando encontrar el switch y apretarlo y que se acabe la rabia y el dolor y esas cosas que tú ves como estupideces y dramatismos y bipolaridad.<br />Sólo estoy esperando a ver si es verdad que hay un momento mágico en el que todos nos cansamos de recibir patadas en el mismo sitio y en el que de repente todo queda sustituído por esa fría decepción que nos hará más fuertes.<br />Por eso tienes razón y nunca te la he quitado. <br />Todo es un aprendizaje.<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwpSSOz02KV_4b66SV2gCcaEjhuBFEYmFBgWtfH3ETbDzHhkQHSC8eV1ZrBUJwLiC1DSSNDnEmddABPpgi3a8H5NjPmgGNtJURFmovRmjrhyphenhyphen98C7rkYkklu9dgxDjxPiFFCAmX/s1600-h/003_SAYANYTBPS~Say-Anything-Posters.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwpSSOz02KV_4b66SV2gCcaEjhuBFEYmFBgWtfH3ETbDzHhkQHSC8eV1ZrBUJwLiC1DSSNDnEmddABPpgi3a8H5NjPmgGNtJURFmovRmjrhyphenhyphen98C7rkYkklu9dgxDjxPiFFCAmX/s320/003_SAYANYTBPS~Say-Anything-Posters.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5153989029221897010" /></a><br />Esto es lo que he aprendido yo.<br />No hay príncipes ni princesas ni vale la pena que existan.<br />Las películas románticas expiran con los créditos.<br />Siempre habrá cosas que querrás tener y no tendrás y cosas que tendrás y no querrás tener.<br />Siempre se le hará daño a la persona que menos se lo merece.<br />Importa poco ser joven e interesante porque siempre habrá alguien más joven e interesante que tú.<br />No se puede perdonar aquello que ni siquiera entiendes.<br />Todo cae por su propio peso.<br />Los buenos siempre pierden.<br />Los recuerdos no sirven de nada cuando la persona que los comparte contigo los ensucia.<br />Nadie tiene el corazón tan grande como para merecer una sonrisa.<br />No sueñes con tener hijos con alguien que en realidad jamás quiso tenerlos contigo.<br />No te encariñes de más con la familia de nadie.<br />Todo lo desinteresado y honesto y tierno que hayas hecho se irá a la basura eventualmente.<br />Nunca digas <i>nosotros</i>, porque todos menos tú han aprendido a ser egoistas.<br /><i>Hoy</i> es lo único que importa.<br />No puedes deshacer el pasado.<br />No puedes olvidarlo tampoco.<br />Nadie te amará jamás, así que jamás debes amar a nadie.<br /><br />Cuando sabes eso, lo demás importa tan poco.<br />La vida tiene un sabor tan suave y cruel.<br />Y mis sonrisas se harán cada vez más falsas.<br />Como todo esto que, queriéndolo o no, haces lo posible por perder.<br /><br />Puedes decir que no, pero te dolerá mil veces más de lo que crees.<br /><br />Y en el fondo, cada vez que hay un detalle mío haciéndote cosquillas, te mueres de miedo.<br /><br />Porque sabes (y cómo lo sabes) que después de mí no hay nada más.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com29tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-31303480305479735542007-12-22T03:39:00.000-04:302007-12-22T03:41:08.354-04:30Hoguera<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbWuGNM0sTyXyK7AEbf0lj3CZ0TeyVP4O5mapJmRFtepEiblctHkuzhiDPWYa_QV4CgOPZOrjPrWPfD4W3nxYIDI5-vOBk1MG_WGAg60w2Is85TFo_YuqN3-rMee00dq1wpPPP/s1600-h/bonfire-night.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbWuGNM0sTyXyK7AEbf0lj3CZ0TeyVP4O5mapJmRFtepEiblctHkuzhiDPWYa_QV4CgOPZOrjPrWPfD4W3nxYIDI5-vOBk1MG_WGAg60w2Is85TFo_YuqN3-rMee00dq1wpPPP/s320/bonfire-night.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5146706757552706322" /></a><br />Con el alma fracturada<br />Perdido entre la multitud<br />Me duelen todos los huesos<br />Pero más me dueles tú<br /><br />Soy sonrisa derrumbada<br />Rey sin corona<br />Príncipe sin princesa<br />Dime qué soy ahora<br /><br />Mentiras de fuego<br />Por dentro queman mejor<br />Por dentro<br />Por dentro<br />Por dentro<br /><br />Mentiras de fuego<br />No hay restos en el balcón<br />No hay restos<br />No hay restos<br />No hay restos<br /><br />Y pareces no darte cuenta<br />Y te empeñas en no decir nada<br />Y disfrutas el sol que sale<br />Y me robas las lunas claras<br /><br />Son estas noches cuando aparecen<br />Sus lenguas tras las miradas<br />Son estas noches cuando te odio<br />Son estas noches que no soy nada<br /><br />Mentiras de fuego<br />Por dentro queman mejor<br />Por dentro<br />Por dentro<br />Por dentro<br /><br />Mentiras de fuego<br />No hay restos en el balcón<br />No hay restos<br />No hay restos<br />No hay restos<br /><br />Cantaré cuando vuelva la voz<br />Mientras tanto sólo te escupo<br />A ti y a él y a todos los que están al revés<br />Al revés<br /><br /><br />Mentiras de fuego<br />Por dentro queman mejor<br />Por dentro<br />Por dentro<br />Por dentro<br /><br />Mentiras de fuego<br />No hay restos en el balcón<br />No hay restos<br />No hay restos<br />No hay restos<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-46701288201967788052007-12-20T21:08:00.000-04:302007-12-20T21:12:54.425-04:30Desintoxicación<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLfjYwVXPXoOG7piqTnPnqlW6mrMZsxZRLpKzcSpnXu92tC2M6HmcLOoRRTvJ8YoWV6KThzHTRaNjZm4u9gKWzJ_v_DXcAbIkzUO77MVRu_iJ1G6lymweHTd1gFu-Zgt432jKc/s1600-h/_angel_hurt_his_leg__by_sim.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLfjYwVXPXoOG7piqTnPnqlW6mrMZsxZRLpKzcSpnXu92tC2M6HmcLOoRRTvJ8YoWV6KThzHTRaNjZm4u9gKWzJ_v_DXcAbIkzUO77MVRu_iJ1G6lymweHTd1gFu-Zgt432jKc/s320/_angel_hurt_his_leg__by_sim.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5146235079949292290" /></a><br />Poco más de 24 horas.<br />Es como todo eso que le dicen a los drogadictos. Duele, horriblemente, pero es cuestión de hacerlo un día a la vez, sin mayores expectativas.<br />Habrá temblores nocturnos. Habrá nauseas matutinas. <br />Pero ¿a quién le importa?<br />Claro que estoy recibiendo ayuda.<br />Si eso a lo que eres adicto no te da razones para recaer es porque a tu droga favorita le importa un bledo lo que tú necesites.<br />Las peores se quedan silenciosas, lejanas y al mismo tiempo a tu alcance.<br />Las peores son demasido orgullosas.<br />Te dejan toda la decisión a ti.<br />Y es allí cuando te curtes como piedra de mar y dejas de creer en las razones por las que había sirenas hermosas que quisieron besarte alguna vez.<br />Soy afortunado. Me lo están facilitando. Me estoy volviendo amnésico, como los peces.<br />Amnésico y moribundo.<br />Sin ganas de esnifarte de nuevo.<br />Tú sabrás.<br />Porque lo que soy yo no sé nada.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-65663532822919273042007-12-19T20:13:00.000-04:302007-12-19T20:18:42.575-04:30Buried myself alive<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDHwRQdPLWn9vCkWEvQzLJM06we8KyiohCbqLhWE9_wBvlC76KSXzt48QDrS-O11HB0tzqa7qyuU9nL6VsNUkeCDXHhrObJui1aTWamsW4GlLAQqVToSjvHz_EJ_LLU1J_8fwa/s1600-h/how_to_heal_a_broken_heart_001.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDHwRQdPLWn9vCkWEvQzLJM06we8KyiohCbqLhWE9_wBvlC76KSXzt48QDrS-O11HB0tzqa7qyuU9nL6VsNUkeCDXHhrObJui1aTWamsW4GlLAQqVToSjvHz_EJ_LLU1J_8fwa/s320/how_to_heal_a_broken_heart_001.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5145850615951790834" /></a><br /><span style="font-style:italic;">You almost always pick the best time,<br />to drop the worst lines.<br />You almost made me cry again this time.<br />Another false alarm,<br />red flashing lights.<br />Well this time I'm not going to watch myself die.<br /><br />I think I made it a game to play your game<br />and let myself cry.<br />I buried myself alive on the inside,<br />so I could shut you out,<br />and let you go away for a long time. GOD!<br /><br />I guess it's ok I puked the day away.<br />I guess it's better you trapped yourself in your own way.<br />And if you want me back,<br />you're gonna have to ask.<br /><br />I think the chain broke away,<br />and I felt it the day that I had my own time<br />I took advantage of myself and felt fine.<br />But it was worth the night,<br />I caught an early flight and I made it home.<br /><br />I guess its ok I puked the day away<br />I guess its better you trapped yourself in your own way.<br />And if you want me back<br />you're gonna have to ask<br />nicer than that<br />nicer than that...<br /><br />With my foot on your neck <br />I finally have you,<br />Right where I want you,<br />Right where I want you,<br />Right where I want you,<br />Right where I want you<br /><br />I guess its ok I puked the day away<br />I guess its better you trapped yourself in your own way<br />And if you want me back,<br />You're gonna have to ask<br /><br />Nicer than that,(I guess its ok I puked the day away)<br />Nicer than that (I guess its better you trapped yourself in your own way)<br />Yeah, and if you want me back,<br />You're gonna have to ask<br />Nicer than that<br />Nicer!!<br />Nicer!!</span><br /><br />The Used<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-20653667418472862242007-12-12T18:49:00.000-04:302007-12-12T19:58:45.550-04:30Fiebre<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdRDX3NLsW89jU7RKwNGHctxRgXWUB1o7ECv9ynxmRRfR9h7LiFYBDbyjIYyCaNFqOo2YBg3TqOIZAnfkK33g1AHc63k0t12FTZb_k4_Q34U7YCgNz3VaMHdtI9Vep4wtvFqNj/s1600-h/2007-03-08T08_52_57-08_00.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdRDX3NLsW89jU7RKwNGHctxRgXWUB1o7ECv9ynxmRRfR9h7LiFYBDbyjIYyCaNFqOo2YBg3TqOIZAnfkK33g1AHc63k0t12FTZb_k4_Q34U7YCgNz3VaMHdtI9Vep4wtvFqNj/s320/2007-03-08T08_52_57-08_00.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5143244978698780578" /></a><br />A esta hora de la noche vuelvo a tener esa manía metafísica de creer que algo pasará sólo porque he orado lo suficiente. Al menos eso creo cada vez que cierro los ojos y le pido a lo que sea respuestas, soluciones, fórmulas mágicas, señales y milagros.<br />Hoy llegue al punto de volver al limbo de los desahuciados. ¿Está bien la sucesión de eventos que me ha traído hasta este momento? ¿Está bien pensar en todo lo que estoy pensando? ¿Podré salvarme de calcinarme en el infierno, una vez más? ¿Acaso ya estoy allí y no lo sé?<br />Me he portado mal durante 914.544.000 segundos. Soy un pecador y estoy pagando por eso. Pero a diferencia de la absurda utopía negligente de quienes vigilan sus dósis de esperanza con cuentagotas, yo estoy seguro de haber perdido la mía para siempre.<br />Esclavo de la incertidumbre, atrapado en tradiciones de querubines rechonchos que me llevarán a rastras a donde corresponda, escribo esta carta sin destinatario a las voces que no necesitan escuchar mi confesión, porque lo han presenciado todo, si es que acaso las voces pueden ver además de atormentar.<br />Estoy desesperado como un pez fuera del agua. El piso ya no es tan sólido como cabría esperar que fuera. Se mueve a cada paso y parece voltearse por completo cuando me muevo en cualquier dirección, aunque tristemente eso no ayuda de mucho cuando estás desorientado.<br />Entonces hay una generación penitente esperando palabras de aliento que nadie puede darle. Lástima por todos nosotros, porque nos quedaremos esperando. Es poco lo que podemos hacer. La cara se nos deforma con promesas sin cumplir y la vida pasa como los canales de la TV, sin coherencia temporal ni espasmos felices.<br />Como a todas las cosas llegué tarde incluso a mi fecha de muerte. Está el dinero que escacea y el amor que me abandona y la paz del espíritu que no se dibuja tan bien como uno podría desear cuando creía tener el mapa del cielo y al Altísimo cogido por los cojones. De nuevo me ha jugado sucio jugando limpio y todos los atajos me han llegado a lo inevitable.<br />Estamos solos y condenados a perder. Estamos retorciéndonos en una fiebre invisible que drenamos en palabras que unos pocos leen y otros muchos desdeñan sin más.<br />Soy un eterno adolescente, embutido en mis reflexiones, a destiempo, sobreviviendo al anacronismo para pedir una prórroga que no recibiré porque nadie puede dármela. Es posible quedar ciego y estar cabreado y quedar mudo o paralítico o arruinado y olvidado y nos enseñan a soportar el devenir con las botas puestas.<br />Ni siquiera le estoy poniendo empeño a la descripción narrativa de mi desgracia. No voy a revisar este texto pobre una y otra vez para decir de mejor manera lo que se diga, porque como se diga, es igual de desagrable.<br />Tengo miedo al Jaque Mate y ese miedo me ha llevado a ponerme en una posición de desventaja con Él.<br />Sin embargo, no creo que alguna vez haya estado en otra posición.<br />Que no te engañe nada de lo que he dicho o has visto. Nuestra relación vertical está hecha a su medida y hoy no será el día que hagamos las paces. Muy al contrario, estoy cavilando si rompo los vínculos para siempre, pero entonces queda el gusanito de saber si a última hora el final revelador de este capítulo de mi miserable vida devengará aplausos en vez de otra cosa.<br />Soy responsable de decir las cosas que nadie quiere escuchar por esa absurda manía de no saber ser prudente ni sincero ni inteligente ni exitoso ni nada de eso. Soy responsable de dejar que las cosas se me vayan de las manos para luego huir asustado a los brazos que amenazan con dejarme definitivamente vacío, como las cuencas de los ojos del cadaver de un cuervo. Y tú sigues viniendo a ver mi desdicha, comiendo palomitas de maiz de microondas, esperando a ver si me caigo y puedes captar el momento preciso en que me rompo en mil pedazos al estrellarme con un futuro que no es tan hermoso que pensé.<br />Fui paranóico y me volví loco cuando Él me mostró un camino. Y yo lo seguí, te juro que lo hice, pero no fue suficiente, porque nunca es suficiente y me devolvió a este orificio tropical a conseguir glorias que ya no sirven de nada porque ya ni siquiera son mías.<br />Y a mis amigos no les contesto las llamadas y a mi chica no le hablo de lo que debería hablarle y a mi madre la condeno al silencio y al misterio y poco a poco me voy quedando en este mundo sin metáforas al que llamo existencia, a ver si alguien me escucha y me entiende y puede evitar desde su barrera de cristal caer en los mismos errores que yo.<br />Maldita sea, estoy cabreado porque no sé cómo estar triste sin sentirme feliz por ser un cliché pasado de moda.<br />Todos, los pocos que persiguen sabiduría aquí, están volcando sus esperanzas en un dantesco universo de palabras pretenciosas. No hay un círculo literario que me acepte, ni una camada de intensos que me quieran entre sus filas, ni músicos de rock que me perdonan no saber interpretar bien ninguna canción. Como una hoja verde que sobrevive al otoño, no tengo un espacio ni cuento que contar ni el más mínimo mérito para obtener tu respeto.<br />Soy execrable, extirpable, frágil e inofensivo. De los que nunca dejarán nada para la posteridad, de los que nunca dejarán huella, de los que malgastaron su oportunidad, y como alguien me dijo alguna vez, de aquí en adelante, lo que queda es esperar el impacto de la caída.<br />Y así se han perdido talentos de verdad, en el sistema que los devora en lugar de adoptarlos y alimentarlos. En los comerciales de Movistar, en la gente que te da la espalda, en la mujer de tu vida que ya no está muy segura de serlo.<br />Nunca pude haber escrito esto en otro lado. Lo hago aquí porque sé que quienes lo leen esperan el descarnado y postrero cartucho de un payaso acabado. Pero es cruel de su parte no entender que necesito ayuda y que eso es lo que pido, como también sé que es tremenda estupidez saber que cuando me la ofrezcan no la voy a aceptar, porque el orgullo me lo impide y esa jodida manía de aferrarme a un malditismo anacrónico y nada original con el que se burlan de mí los que sí han capitalizado su talento para hablar porquería coherente y políticamente correcta por unos cuantos miles de dólares al mes.<br />Coño, pana. Este post y todo este blog donde estás metido quién sabe por qué intríngulis incomprensible no tiene sentido ni vale la pena ni tiene las respuestas que buscas.<br />Si acaso, y esto siendo benevolente conmigo, puede parecerse un poco a lo que piensas.<br />Pero hasta el perro más infeliz se cansa de perseguir su cola tanto tiempo sin llegar a nada.<br />Este espiral de gratuidad, este teatro inverosímil para quienes opinan que vivo feliz revolcándome en dinero y fama y fortuna, nunca será dicho de otra forma porque nunca encontrará la vía a un libro donde puedas tener la polaroid de mi infortunio en versión portátil.<br />Este pequeño secreto cogerá polvo (si es que las letras de un ordenador cogen polvo) y pasará por tu vida y lo desdeñarás cuando crezcas porque no quieres ser como el imbécil que soy.<br />No, no quieres, no quieres, no quieres, no quieres esperar la llamada que te diga que has logrado tus sueños, porque toda la idea es que nunca los alcances.<br />Preso. Preso y con fiebre. Buscando el valor para salir de casa y arrojarme a un carro en movimento y resurgir como vampiro en el paraíso de una noche eterna.<br />Inmortales son los que jamás se arriesgan a intentarlo.<br />A ellos sí les va bien.<br />Él no se olvida de ellos como se ha olvidado de mí (y de ti, si eres de los que asiente inconscientemente con cada frase cliché de estas).<br />Él no va a quitarnos esta fiebre.<br />Sólo podemos empeorarla.<br />Esas hojas de papel a las que les prendiste fuego de niño.<br />De eso estamos hablando.<br />De hacerlo mal, lo peor que se pueda, para sentirnos bien.<br />Esta es una generación que tiene política, <i>socialités</i>, <i>showmans</i> de radio y televisión, misses, intelectuales trasnochados con el cabello agarrado en una cola, gente, patética, vulgar, obsesionada con ser alguien.<br />Esta es la carta, la revelación, mi pequeño y exiguo aporte a tu mundo.<br />Donde te digo que "alguien", al menos ese que sueñas, nunca vas a ser.<br /><br />Y cuando algún día comprendamos eso, allí sí, sin ninguna duda te digo que seremos invencibles.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com17tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-50619266002267601092007-12-12T10:04:00.000-04:302007-12-12T10:20:16.857-04:30Vulgar Display Of Weakness<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivYIKcTxLoundS8YR9IdEIKOmq-eBXx80XVOBuVN7s2ddENOUq6-NpSgpECTe5eeXVPAvjFTZxQJG953ezgo3jdjmnRdV0U1DiCxU4_V2CFH61C3JiqO6Y5fXBl9FNesAIlEf8/s1600-h/bionic2.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivYIKcTxLoundS8YR9IdEIKOmq-eBXx80XVOBuVN7s2ddENOUq6-NpSgpECTe5eeXVPAvjFTZxQJG953ezgo3jdjmnRdV0U1DiCxU4_V2CFH61C3JiqO6Y5fXBl9FNesAIlEf8/s320/bionic2.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5143098443004575634" /></a><br />Pocas palabras.<br />Todo parece estar bien en mi vida pero no es así.<br />Mi sonrisa es falsa como una mascota de origami.<br />Se va y me muero.<br />En el primer acto del fin del mundo me dijo que no sabía si seguía amándome. Quise romper todo lo que tenía cerca pero no tenía cerca nada que valiese la pena romper. Quise decirle que se fuera de una vez pero me contuve. Quise no escribir nada al respecto pero era mentirme a mí mismo y derretirme por dentro. Quise buscar una metáfora mejor pero no tuve las ganas ni el talento.<br />Fui yo el que me equivoqué, supongo. Darlo todo es el peor error de todos, porque cuando te lo quitan no te lo devuelven.<br />Estoy excesivo de más y cáustico por echarla de menos.<br />Me han dolido muchas cosas, incluso las que no han pasado.<br />Pero tú ganaste, M.<br />Tú eres la que ha dolido más.<br /><br />No quiero escribir más aquí hasta que tenga los cojones suficientes para decir la verdad.<br />Esa que debería decirte antes de verte partir para sacudir las cosas.<br />Esa que antes te escribía en papeles impresos por miedo a mi caligrafía.<br />Esa que creí se había hecho telepática como los peces.<br />Esa que tú sabes y que no nos diremos nunca más.<br /><br />Fuck.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-56617692275536411532007-11-02T08:45:00.000-04:002007-11-02T10:36:40.554-04:00Sin titulo (nada lo tiene)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTIOMnQwyfvH1w5UWBtIEdK9ECIxHXyRroBvQ0j325wLV1K5NTnpzBXyQPkjdvt9ZE7PxqYfeCwWf1IYgTEOxUID1fdmN4Lp5c5V9FEX1DPsFGw4mNkcJcq_JY65eYcY7wXWLh/s1600-h/angelkiss_big-01.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTIOMnQwyfvH1w5UWBtIEdK9ECIxHXyRroBvQ0j325wLV1K5NTnpzBXyQPkjdvt9ZE7PxqYfeCwWf1IYgTEOxUID1fdmN4Lp5c5V9FEX1DPsFGw4mNkcJcq_JY65eYcY7wXWLh/s320/angelkiss_big-01.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5128238305751493202" /></a><br />El pie que se tropieza en la pata de la cama que no tengo. El cuerpo que cae de bruces volándome los dientes. El sonoro <i>coñodelamadre</i> retumbando en la oscuridad. La mano tanteando el suelo frío. Las pastillas lejanas como los aplausos. Las noches cuando <b>Bukowsky</b> era una lectura poco predecible. Esas mañanas húmedas despertando con alguien a quien quieres darle otra cara. Tres tristes tigres bailando en cocaína sobre la alfombra que mamá me regaló. La luz del sol que sale por el este. El semen que no se quita de la pared. La cabeza que camina muriéndose de frío en otro continente. El mínimal que puya los temblores. El adios a <b>K</b>. La confesión de <b>R</b>. Las mentiras de <b>G</b>. Un triángulo tan fácil como un equinoccio. Las promesas de lo indivisible. La inocencia de <b>C</b>. Prudencia telefónica cada viernes a las 3:00 am. Las cajas de pollo frito pudriéndose en la cocina. La inundación de la sala. El fregadero desplomándose. La antena de DirecTV intercambiada por <b>estrellas azules</b> y <b>mitsubishis</b> y <b>corazones blancos</b> y <b>fórmulas verdes</b>. La llegada y la salida. El adios irreductible. Las madrugadas de pilates falsos. La visa negada y el capricho absoluto. El abrazo con lágrimas fantasmales. El último polvo. El 11 de septiembre. La confianza plena. La desilusión inevitable. El dinero botado a la basura. El sueño monocromático. El fin del verano. El otoño eterno. El <b>All You Can Leave Behind</b> de U2 que suena y suena y en el que hay mensajes escondidos que te piden que creas en el destino y en los números borrosos que te envían cuando tienes la boca seca y el corazón estirado. El suicidio simulado. Los espasmos del mantenido. La noche de brujas con <b>Christian Castro</b> bañado en las luces rojas de una discoteca con la camiseta pegada a tus huesos muertos. Lo que se pierde y lo que se gana. El año en que vivimos en peligro. Un presidente que cae y se vuelve a levantar. Hashis con marihuana y <b>drum & dass</b> con ruiditos (cómo gustan esos ruiditos) y una cama fría sóla y una mano dispuesta y la primavera y el concurso perdido y las oraciones a Dios drogado hasta el culo y Dios que no te escucha y te devuelve delgado y casi muerto. Todo igual. Nadie se acuerda de nadie y el tiempo que has pasado recordando sin mostrarlo deja su huella cuando nadie devuelve tus llamadas y el club que visitabas está invadido por <b>zombies</b> y la inspiración no aparece tan fácil como creías porque no aprendiste nada ni ese año (ni ninguno de los anteriores) y te sigues matando con lo mismo a ver si algo regresa, pero las pastillas, como siempre, siguen tan lejanas como los aplausos, y la marihuana no es lo mismo, porque lo verde no es marrón y lo marrón es más efectivo para sanchochar las letras oscuras. Y ahí va la otra oportunidad y tú que la tomas con absoluta responsabilidad y que compras pantalones de mezclilla y camisas de vestir y crees que te ves muy guapo con esos lentes de intelectual con montura al aire que te hacen ver como un ñángara y el dinero que vuelve a llegar y tú dale que dale con la maría y dale que dale con la blanca y dale que dale con las estrellas y los mitsubishis y los corazones y el infarto que no llega aunque lo busques y la leyenda que no mereces ser porque no has hecho lo suficiente para ganártela y C empeñada en que nunca llegarás a nada, con razón, porque era verdad, pero tú le insistías que sí, que poco a poco, y dale que dale con la maría y R que es ahora quien se va y tú que no lo abrazas porque no quieres extrañarlo tanto y todavía te haces la idea de que no es así cuando sí lo es. Igual se va y tú te quedas y todos se fueron finalmente y tú te quedaste para siempre y <b>C</b> que descubrió tus mentiras y se largó definitivamente y <b>K</b> que se casó y no te habló nunca más y las entrevistas repetidas contigo que nunca te viste bien en la televisión y el dinero que sigue llegando y dale que dale con la <b>maría</b> y con la <b>blanca</b> y ya no te gustan las <b>estrellas</b> y los <b>mitsubishis</b> y los <b>corazones</b>, hasta que dejas a la <b>maría</b> y te quedas con la <b>blanca</b> nada más y te crees importante porque ahora conoces mujeres que no conociste nunca, pero la gente cree que sí cuando no es así. <b>Miami</b>, <b>Aruba</b>, <b>Puerto Ordaz</b>, <b>Barcelona</b>, <b>Berlín</b>, con paro, no importa, dale que dale con la <b>blanca</b>, dale que dale, dale, que le des, eso, sigue, dale que dale con la <b>blanca</b>. Plomo. El rey de la noche. El rey con pies de barro. El rey con pies de plomo. Plomo. El rey a secas. El rey ha muerto. Viva el <b>rey</b>. El rey enamorado de verdad. Hastiado del pretérito. Regenerado. Ilusionado. <b>blanca</b> se va como <b>maría</b> y los <b>corazones</b> y los <b>mitsubishis</b> y las <b>estrellas</b> y <b>C</b> y <b>R</b> y <b>K</b> y el pie que se tropieza con la pata de la cama que no tengo y caigo fuerte como un duende obeso y el rey que ya no es rey y que no lo fue jamás aunque lo creyera y el <b>miedo</b> a que no lo amen ahora que alimenta a los cerdos lo fulmina y lo vulnera y lo enferma y le quita el sueño y le hace callar y <b>vomitar</b> y no querer despertar hasta que se haya ido de nuevo todo lo nuevo para volver a ser el de antes y dejar de tener miedo y <b>hacerlo en serio</b> y dejarse escurrir como un recuerdo en sepia, sin dientes y legendario, como la espuma de los días, mientras el maldito duende que escribe su vida piensa qué decir.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com27tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-63761555604016695982007-10-18T14:16:00.000-04:002007-10-18T14:58:03.395-04:00Fantasmas en VHS<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2hWE4U3PNcJMYetgp20EztGHU26ikkSXNfIuRAIcKAV7G_yWNTx12nxu5PIuB8-A_osp6EccY_xa2flBLJOOiqfWCz3MgEML-m9LWRKr9qpMgpKnwIwlJkhePGbNoVhl-01si/s1600-h/z+SERIE+DESCANSO+2+100+X+81+oleo+sobre+tela++2001.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2hWE4U3PNcJMYetgp20EztGHU26ikkSXNfIuRAIcKAV7G_yWNTx12nxu5PIuB8-A_osp6EccY_xa2flBLJOOiqfWCz3MgEML-m9LWRKr9qpMgpKnwIwlJkhePGbNoVhl-01si/s320/z+SERIE+DESCANSO+2+100+X+81+oleo+sobre+tela++2001.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5122744534914063186" /></a><br />Lo que había en la poceta era una flor parduzca con chispas de rojo intenso que nadaban en el retrete sin forma definida. <br />Una flor sangrienta que desapareció cuando David bajó la palanca tras permanecer un buen rato de pie viendo aquella cosa desafiante flotar en el excusado.<br />Salió del baño y con torpeza sorteó la media docena de cadáveres que yacían tendidos con la baba seca escurriéndoles por la comisura de los labios.<br />A tientas (abrir los ojos era una tarea titánica con los rayos de sol hirviente penetrando aquella sala) encontró el sofá cama donde todavía estaba el hueco tibió en el que había pasado la noche besándose con Andrea y metiéndole mano. <br />David se acurrucó junto a la chica. Ella ronroneó, le montó una pierna encima y en un dos por tres volvió a quedarse dormido.<br />Era un lunes a las 3:12 de la tarde y en algún lado habría demasiada gente buscándolos. <br />Pero podían quedarse tranquilos al menos unos días más<br />Porque dentro de esas cuatro paredes, matándose, cortándose y amándose hasta reducirse y enflaquecer y palidecer, mientras los demás crecen inevitablemente, ellos (los niños), por fin, podían sentirse seguros.<br /><br />(Fragmento <i>La casa de los escorpiones</i> por Gabriel Torrelles)<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-13888687912810858522007-10-11T18:50:00.000-04:002007-10-11T20:00:09.201-04:00Pretty (Before Ugly)<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2CehPAvGMvhtivNSeRMxM1G7bP2qesxWp1s3WPd_8TQeTDRPrIJrg6dgckYNvEuPlMBKEVeOyXBLkpbKPry5kzMYjM5Kg613k0uqBiNlXNToJ-KNqQs6EnOx5iQTCluZ3xHAA/s1600-h/cesar-cordova-sin-titulo.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2CehPAvGMvhtivNSeRMxM1G7bP2qesxWp1s3WPd_8TQeTDRPrIJrg6dgckYNvEuPlMBKEVeOyXBLkpbKPry5kzMYjM5Kg613k0uqBiNlXNToJ-KNqQs6EnOx5iQTCluZ3xHAA/s320/cesar-cordova-sin-titulo.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5120226554502208306" /></a><br />Llueve.<br />Eso es lo único de lo que tengo certeza.<br /><br />No sé qué estaba esperando. Uno levanta el puño derecho y se jacta de ser ajeno a las expectativas, pero con la mano izquierda escondida, cruza los dedos con la esperanza de que pase algo, cualquier cosa, que te salve del pesado compromiso de levantarse todos los días sin futuro.<br />Claro que no es la primera vez, le respondo a los que me conocen de verdad. Ya pasé por ese sitio donde pareciera que todas las paredes se hacen curvas para quitarte el aire. Pero eso no quita que volver sea terrible. Es cierto que todo lo que te pasa sirve para aprender algo, cualquier cosa. Sin embargo, yo me pregunto, ¿qué tanto más tengo que aprender de lo mismo? ¿Cuántas veces y en cuántos idiomas van a recordarme que todo lo que tuve no sólo ya no es mío, sino que de paso, y como si no fuera suficiente, nunca lo fue?<br />Estoy plagado de malos sentimientos. Se esparcen en mi corazón como una superficie negra de brea sobre techos de cemento seco. Soy envidioso, mentiroso, frío, insensible, vacío e inconcluso. Tengo la edad suficiente para considerarme un fracasado y no tanta para mirar hacia atrás y sentirme satisfecho. Estoy condenado a la majestuosidad del technicolor con que se ven mis recuerdos. Estoy hundido, pisado y he sido desechado y olvidado con la misma facilidad con la que se olvida poner a sonar tu disco favorito en cuanto deja de ser el que está de moda.<br />Todo el trabajo y todo el esfuerzo y todos los insomnios y los libros que he leído y las películas que he visto y los cuentos que he escrito junto ese otro montón de canciones que he cantado solo o acompañado no sirven para nada más que como alimento de un blog que quisiera no sólo que terminara, sino jamás haber iniciado.<br />De resto mi vida, como la tuya, es una basura, un rompecabezas, un ventarrón olvidable, un placer sustituíble.<br />No quiero soltarlo todo. Quiero guardármelo y hacerlo madurar hasta que me consuma y se lleve conmigo los rostros que veo en TV, que escucho por radio, que pasean sonrientes por los centros comerciales, sin problemas ni volcanes espirituales a punto de erupción.<br />Mentira.<br />En realidad quisiera ser como ellos. Así de falso, así de feliz. Porque ellos no dejan de comer durante días, ni sienten que el estómago les hierve por la frustración. No recorren esta ciudad caníbal deseosos de que les caiga el cielo encima. No. Ellos disfrutan de lo que tienen, como animales, saltando y danzando con las nubes guindadas en la espalda de los que no queremos volver a despertarnos nunca más.<br />Este es el limbo del que hablan los que saben de lo que hablan. Yo no lo sé y por eso siento el agobio del tiempo exigiéndome paciencia como si eso me sirviera para comer. <br />Como quisiera poder escribir algo mejor y no llorar en las noches convertido en un cliché ambulante.<br />Todas las veces que deseé el caos lo hice para ocultar el desorden de mi delirio. Para ver si así, con el fuego en todos lados, la debacle económica, las radios tomadas por militares y las turbas enardecidas, no me siento tan perdido y puedo identificarme con ese desastre de afuera, sólamente para restarle importancia al desastre que llevo dentro.<br />No estoy solo. A veces estas palabras le llegan a alguien. A veces no.<br />Pero eso no lo hace menos doloroso ni tampoco me convierte a mí en más que un manipulador confeso.<br />¿Por qué no me siento aquí a escribir sobre los días bonitos y soleados? ¿Por qué no fantaseo con un trabajo maravilloso y jugosos bistecs bien cocidos? ¿Por qué sabiendo que tu vida debe ser igual de miserable que la mía no te ayudo a escapar en lugar de arrastrar a unos pocos al vacío conmigo?<br />Supongo que siempre será más fácil inspirar lástima que admiración o respeto. Infiero que tengo demasiadas ganas de poner mi nombre en la mayor cantidad de bocas posibles. Sospecho que soy un facilista, un mediocre y un incapaz.<br />Pero así somos todos ¿no? Así como también todos, en algún momento de nuestras vidas, creemos que somos intocables y que jamás caeremos, y justo entonces, se caen las bases que mantienen nuestro castillo de naipes inflado y listo, ya está, se acabó.<br />Este fue mi último grito de ayuda. El grito de ayuda que no quiero que escuche nada aunque igual será escuchado así sea por pocos. A partir de aquí no hay más abajo, no hay inferior ni peor.<br />La espiral descendente es infinita en teoría, pero yo no quiero creerlo.<br />Quien sea, por favor, ayúdame a saber que he tocado fondo para al menos ver si intento aprender a resignarme.<br />Y así perderé al amor de mi vida y el autorespeto y todas esas cosas que nunca han servido de nada pero siempre se atesoran como objetos preciados e inverosímiles.<br />Añoro ese momento absoluto, ese fundido a negro, incuestionable como un punto final.<br />Porque tal libertad pondría orden en este desastre que llevo dentro.<br />Sin nada.<br />Sin nada.<br />Sin nada.<br />Mis lágrimas saldrían volando mientras caigo cinco pisos sin vestigios ni futuro, se confundirían con la lluvia que cae copiosa sobre el cruel asfalto descudo y tú, seas quien seas, sombra decadente y fétida, no me importarías nunca más.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com24tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-13648230249434225852007-10-04T09:09:00.000-04:002007-10-04T09:57:16.239-04:00Crowd Surf Off A Cliff<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfvxmCnU02u7b21iDImDQbIl3Fz_veAw83QrVsLT75LxziytYxxnBAkWFg0y5qK7jpMRYJutwr_KwQoJS2O4ffhvy9cNJ1pV7acAHAHUsFcfzD9yT6vhvRy3euhDMqKFwtnAzw/s1600-h/20061210201559-modigliani-jeanne-hebuterne.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfvxmCnU02u7b21iDImDQbIl3Fz_veAw83QrVsLT75LxziytYxxnBAkWFg0y5qK7jpMRYJutwr_KwQoJS2O4ffhvy9cNJ1pV7acAHAHUsFcfzD9yT6vhvRy3euhDMqKFwtnAzw/s320/20061210201559-modigliani-jeanne-hebuterne.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5117478810519886626" /></a><br />Era un buen día para quedarse en casa con todas las cortinas echadas viendo todas las cucarachas que siempre ves de noche con las patas arriba moviéndose como versos sin escribir. El sol era lo de menos si mantenías los ojos entrecerrados y el volumen de tu respiración bajo.<br />Encendiste el ordenador y escribiste un par de saludos sin ganas. Aspiraste los cigarrillos engurruñados que todavía cuidabas con recelo tras tu última resolución de no volver a fumar. Sudaste frío aunque te morías de calor. Te relamiste los labios recordando la última vez que besaste aquellos labios perlados que de vez en cuando se posaban en tu pecho cuando tenías suerte.<br />Levantaste el teléfono y hablaste con los cinco amigos con los que querías hablar desde hace tiempo y que no llamabas por pereza. Viste algún que otro buen video en MTV, pero no fue la mayoría. No apagaste tu teléfono móvil porque querías ver si se caía de la mesa cada vez que vibraba. Rezaste algunas oraciones que consideraste verdaderas después de mucho tiempo.<br />Te duchaste y decidiste quedarte desnudo para dejar las huellas un rato de tus pies marcadas en el piso de madera oscura.<br />Quisiste aprender a bailar pero volviste a convencerte de que tienes dos pies izquierdos.<br />Esperaste un poco antes de abrir el refrigerador y ver la botella de vino viejo que no pudiste beber cuando quisiste.<br />Te caíste y no te levantaste.<br />Apagaste todo menos tu ipod.<br />Y escuchaste la suave voz de Emily Haines susurrando "If you find me, hide me, I don't know where I've been/ When you phone me tell me everything I did/ If I'm sorry you lost me you'd better make it quick/ Cause this call costs a fortune and it's late where you live/ It's late where you live".<br />Te pareció una historia vieja. En tal caso, no una historia por la que puedes atiborrarte de pastillas ahora como antes. El dolor es el mismo, eso sí. Así de grave, así de denso. Como el día aquel cuando no te quisiste parar hasta que hiciste tus maletas y volaste durante horas a otro continente sin darle explicaciones a nadie, para sentir que también viajabas en el tiempo a encontrarte con lo que fuera que te estuviera esperando.<br />Siete años después de la sobredosis que sólo un reducido grupo de personas conoce y el intento de arrojarte a un coche para experimentar el golpe seco que te dejaría temblando en el asfalto, entre la vida y la muerte, vuelves a tener las mismas dudas que te hicieron dejar de usar medios insólitos para quitarle el velo a las mentiras del mundo y la TV.<br />¿Será que después de todo sigues allí con los ojos entrecerrados, la cara ensangrentada, entre los vivos y los muertos?<br />¿Será que la transición nunca es tan rápida como se cuenta? ¿Qué siempre quedamos flotando y sin respuestas, ya sea porque no estás haciendo las preguntas correctas o porque la mágica respuesta que esperas en realidad no existe?<br />Era un buen día para quedarse en casa preguntándote eso, un buen día para no despedirse y ver si el mundo milagrosamente gira hacia otro lado, donde no hace falta dinero, ni un techo donde vivir, ni el amor que te empeñas en conseguir.<br />Por eso no llamaste a mamá ni a papá ni a tu chica y tampoco dijiste nada a tus amigos, de los que únicamente querías preservar sus voces para reconocerlos cuando todas las luces estén apagadas y tú puedas escucharlos pero ellos no a ti.<br />Aunque grites, te has quedado mudo.<br />Era un buen día para quedarse en casa y vestirte de nuevo y pensar hasta que te doliera la cabeza.<br />Pero llegarías a la misma conclusión de siempre.<br />Nunca te dirán nada, importa bien poco cuánto preguntes.<br />Era un buen día para arrojarte por la ventana y viajar a un futuro donde nadie te conocerá pero te sentirás igual que ahora.<br />Un buen día para sentirte feliz lejos de los vivos viendo el último cuadro que pintaste, con ella en technicolor, diciéndote cuánto te extrañará cuando, por fin, la vuelvas a encontrar.<br />El día de tu muerte fue un día maravilloso.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-64635987881957953282007-10-03T19:48:00.000-04:002007-10-03T19:58:16.499-04:00i hAte them all.<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjy_NAdMh5pR0B9-Lpu1PARS27YSC8qdiPzVjq5jN0YNQLuHINhRCJmD8uz-lq7YJZI8cmoCFsDNEDBTo40AsOi7I0YawyVCsBd6q9YOYa6greWTNlsOEKOHPNE-xSHPXU-t8lZ/s1600-h/minifume.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjy_NAdMh5pR0B9-Lpu1PARS27YSC8qdiPzVjq5jN0YNQLuHINhRCJmD8uz-lq7YJZI8cmoCFsDNEDBTo40AsOi7I0YawyVCsBd6q9YOYa6greWTNlsOEKOHPNE-xSHPXU-t8lZ/s320/minifume.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5117264006320511762" /></a><br />i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all. i hAte them all.<br /><br />Cada año estoy más cerca de ser libre.<br /><br />Un día de estos saldrá el sol y yo me quedaré ciego.<br /><br />Malditos sean todos los que son felices porque ellos nunca sabrán levantarse.<br /><br />Amén.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-52508963180675859582007-10-01T07:48:00.000-04:002007-10-01T08:38:44.044-04:00Naturaleza (y todo lo demas) muerta<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaUmcUTH3dyod6JfT4-sowXqWNeGc29NdQ_VkeMyqQQACi23tnW1ASWQNv7cNTlp_z8zSYWT43slYLYkr0Q2VMH0A3AYgPYk5i1ij9aJXc9Wd9hehwhoD4xHg4UNEBiXhNBlDO/s1600-h/deception.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaUmcUTH3dyod6JfT4-sowXqWNeGc29NdQ_VkeMyqQQACi23tnW1ASWQNv7cNTlp_z8zSYWT43slYLYkr0Q2VMH0A3AYgPYk5i1ij9aJXc9Wd9hehwhoD4xHg4UNEBiXhNBlDO/s320/deception.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5116346154629487330" /></a><br />No soy de los que odian.<br />Cuando niño fueron tantas las veces que me prometieron cosas que no tuve que a estas alturas me es imposible sentir rencor. Estoy acostumbrado a no salirme con la mía desde entonces. No hay mayores caprichos en mi vida ni suficientes promesas sin cumplir. No espero nada del mundo porque sé que si llego a obtenerlo inevitablemente terminarán por quitármelo.<br />Gran parte del tiempo estoy más triste de lo que aparento, pero no encuentro la manera de decirlo sin involucrarme en una exposición de las cosas que prefiero mantener ocultas para no agitar la marea más de lo que ya está.<br />Esas son las noches cuando me quedo en silencio o mis huidas repentinas al sol un domingo por la mañana. Escapes desesperados para no dejar aflorar la rabia. Esas son las cosas que he aprendido con el tiempo. Siempre soy yo el que pierde y ese, como todos los hábitos, es uno con el que se aprende a vivir con la esperanza de que suceda algo más trágico que me ayude a guardar lo que de verdad me importa en el mismo cajón donde tengo años acumulando desilusiones.<br />Ni siquiera tengo el valor de hablarlo. No quiero erosionar la frágil línea que separa lo privado de lo público. Pero siempre encuentro eufemismos dispersos, pistas para que las lea la persona interesada y haga lo que siempre hace con ellas: borrarlas con intentos poco sutiles de disculparse sin dejar ver su debilidad ni hacer mella en su orgullo.<br />Tengo años difuso entre las cosas que estoy dispuesto a hacer y las que se consideran incorrectas. Tengo años dibujando manos cogidas bajo la lluvia y besos húmedos al caer la tarde. A veces los logro y sonrío y me olvido. A veces, simplemente, no es eso lo que pasa.<br />¿Cómo digo lo que quiero decir sin herir a nadie?<br />¿Es acaso posible?<br />Lo que más duele de estar decepcionado es que hay sentimientos más fuertes que es preferible mantener resguardados ante la mínima posibilidad de perderlos del todo. Toda mi vida consiste en eso. En pedir más tiempo, en cuidar que no se viole ninguna clausula del contrato, en hacerme la vista gorda ante las heridas a las que no siempre se les da importancia y esperar tener la suerte de obtener otra prórroga.<br />No es quedarme solo lo que me asusta.<br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1DbtTxADPacBlxGTnBrjkBX4AcDAb7hBkGx3MNxRuhSSK00iDR8cyWc_kjzCfdsGhpsI9ZGoiB-tdI3an6B1yUtv8MDNXPdodCq0bu_QdnNCFVcly3LcS9nP35zfeFwO9yY5f/s1600-h/263185FLNJ_w.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1DbtTxADPacBlxGTnBrjkBX4AcDAb7hBkGx3MNxRuhSSK00iDR8cyWc_kjzCfdsGhpsI9ZGoiB-tdI3an6B1yUtv8MDNXPdodCq0bu_QdnNCFVcly3LcS9nP35zfeFwO9yY5f/s320/263185FLNJ_w.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5116346356492950258" /></a><br />Es perder lo único que me importa perder entre demasiadas cosas que pierdo constantemente.<br />Por ese camino estrecho desfilaron mi dignidad, mis amigos, un buen trabajo, los aplausos, el dinero, la capacidad de hilvanar ideas con palabras, la vergüenza, el frío, el título que colgaría en la sala, el talento, el sueño de comenzar de cero en otro país, los ojos vendados, las esposas de felpa, las habitaciones de hotel, el respeto, la comida caliente, mis discos compactos, mi ropa de invierno y la muerte.<br />Por eso quiero conservar lo único que me queda.<br />Aunque tenga que tragarme la indignación y manejar mi decepción con lo mismo que se traga lo que nunca se ha tenido sin molestar a nadie más.<br />Gracias a Dios y a quien sea por el silencio.<br />Ese generador de tiempo extra que mantiene en su sitio el contenido de la botella que tarde o temprano, como la vida y tu primer beso, terminará por escaparse de tus manos.<br />Prefiero que sea de esta manera.<br />Ya se verá.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-45185136271702126772007-09-19T16:05:00.000-04:002007-09-19T16:24:56.481-04:00Oleo sobre pescados vestidos<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJU5jr2TJn0fsacuREtmSiLhB5U5TlXtfc9dMoPPjTO6-oB7g0kNRtF0nUyayoGCzUWSH7JqsGePYQrZrf1l31SuKlhe-UwL_IthNXhRVNPHGn63f8Z1ckS31oTViE7_zEUr_K/s1600-h/Durmiendo_400.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJU5jr2TJn0fsacuREtmSiLhB5U5TlXtfc9dMoPPjTO6-oB7g0kNRtF0nUyayoGCzUWSH7JqsGePYQrZrf1l31SuKlhe-UwL_IthNXhRVNPHGn63f8Z1ckS31oTViE7_zEUr_K/s320/Durmiendo_400.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5112013884291975026" /></a><br />Estoy parado sobre el escenario y entre los flashes y el olor a humo mi guitarra ya no suena como antes. Me he quedado mudo y ciego al mismo tiempo. Me he quedado exactamente tan desamparado como el día en que nací.<br />¿Cómo se llega a la confluencia de todos los recuerdos que se me quedaron por fuera cuando me hice demasiado grande para escucharte? No lo sé. Supongo que tropezando una y otra vez con cada una de las piedras que cayeron del cielo para quedar atravesadas camino al único arcoiris que queda, de paso, en escala de grises.<br />Estoy desnudo, a diferencia del resto de los pescados rabiosos que siguen pataleando por una bocanada de aire.<br />En las mañanas no deseo despertarme y en las noches corro a quedarme dormido. En el intermedio sobrevivo a las culpas que se levantan sobre las nubes, acusándome con dedos gigantes por haberme equivocado sin admitirlo a tiempo.<br />Entonces era esto. Pagar los los pecados que no cometí y masticar bolsas de azúcar cerradas esperando morirme envenenado con el destilar de la pintura que no termina por mancharme los dientes torcidos.<br />Así es como es la poesía que se fabula drogado con la desesperanza. A esto llaman sobriedad, madurez, ausencia. Lo cambiaría de inmediato por un canuto a medio fumar y los cojones suficientes para arrojarme por la ventana con los ojos abiertos.<br />No se suponía que terminara así. Nada que ver.<br />Una vida planificada en la ficción se derrumba más lenta y dolorosamente que la vida real. Porque de las ficciones quedan vestigios. En cambio, todos los recuerdos pueden matarse con la dosis suficiente de cocaína.<br />Siempre le he tenido miedo a las agujas.<br />Pero desde que pueden meterse en la nariz la cosa huele mejor de lo que pinta.<br />Estoy limpio.<br />El dinero no crece en los árboles.<br />El único chocolate que tolero lo venden africanos en Madrid.<br />Les debo muchísimo dinero que jamás les pagaré.<br />También hay canciones que la vida me debe.<br />A ella se la cobraré con intereses.<br />Estoy parado sobre el escenario y entre los flashes y el olor a humo mi guitarra ya no suena como antes.<br /><br />Suena muchísimo peor.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-84015972840178228952007-09-19T13:52:00.000-04:002007-09-19T13:54:12.409-04:00Dakota<object width="425" height="350"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/iUHjDJxkcSE"></param><param name="wmode" value="transparent"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/iUHjDJxkcSE" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" width="425" height="350"></embed></object><br /><br /><i>Thinking back, thinking of you<br />Summertime, think it was June<br />Yeah think it was June <br />Laying back, head on the grass<br />Chewing gum, having some laughs<br />Yeah having some laughs<br /><br />You made me feel like the one<br />You made me feel like the one<br />The one<br /><br />You made me feel like the one<br />You made me feel like the one<br />The one<br /><br />Drinking back, drinking for two<br />Drinking with you<br />When drinking was new<br /><br />Sleeping in the back of my car<br />We never went far<br />Didn't need to go far<br /><br />You made me feel like the one<br />You made me feel like the one<br />The one<br /><br />You made me feel like the one<br />You made me feel like the one<br />The one<br /><br />I don't know where we are going now<br />I don't know where we are going now<br /><br />Wake up call, coffee and juice<br />Remembering you<br />What happened to you<br /><br />I wonder if we'll meet again<br />Talking about life since then<br />Talk about why did it end<br /><br />You made me feel like the one<br />You made me feel like the one<br />The one<br /><br />You made me feel like the one<br />You made me feel like the one<br />The one<br /><br />I don't know where we are going now<br />I don't know where we are going now<br /><br />So take a look at me now<br />So take a look at me now<br />So take a look at me now<br />So take a look at me now<br />So take a look at me now</i><div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-37470050368020227742007-09-06T07:49:00.001-04:002007-09-06T08:06:59.960-04:00Pesadillas gratuitas<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGSEazkFvE0_oLkzOjCmlPDV3zes0iwqqnPNtsbixtMQ6ZF84eC4mE02hQfe5Nyh8e4QW4Bw9dAYn04eJnjiSbxfIXW51uYtEc04uM2O8RQv3N9MDvoV8_jZl1uR8hs1AlSusG/s1600-h/nancy_lovekills.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGSEazkFvE0_oLkzOjCmlPDV3zes0iwqqnPNtsbixtMQ6ZF84eC4mE02hQfe5Nyh8e4QW4Bw9dAYn04eJnjiSbxfIXW51uYtEc04uM2O8RQv3N9MDvoV8_jZl1uR8hs1AlSusG/s320/nancy_lovekills.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5107061457273435106" /></a><br />I<br />Soy un violador furtivo que te espera a la salida de un colegio de monjas. No uso uniforme. Los cigarrillos que fumo son de la marca que fumaba cuando era un crío, pero ahora los compro únicamente porque me gustan las arcadas de la tos.<br />Si cae granizo lo más probable es que una pedrada me rompa la cabeza.<br />Y terminaría tumbado en el suelo, con el craneo abierto y apoyado en el asfalto, pensando en las cosas que dejé de hacer todo el tiempo que estuve solo, esperando verte en falda, comiéndote un cepillado de tamarindo, limpiándote la comisura de los labios con la lengua.<br /><br />II<br />Soy mi padre.<br />Lo sé porque al verme en el espejo son sus ojos y los míos los que me reprenden.<br />Temo no haberle dado suficiente antes de verlo partir.<br />Imagina ver a alguien quitándose la vida desde adentro y sin autoridad sobre sus manos ni la hojilla brillante que pasa una y otra vez.<br />Fundido a negro.<br /><br />III<br />Veo a mi chica con otro chico que se parece demasiado al chico que fui antes de convertirme en el chico que soy.<br />Mi chica lo besa en los labios con dulzura y yo soy cualquiera de esos totems que pasan desapercibidos cuando pasas en taxi junto a ellos.<br />Después hay gente que comienza a bailar.<br />Yo tengo dos pies izquierdos.<br /><br />IV<br />Soy una estrella de rock que despierta en su hotel con las piernas de una supermodelo que no tiene quijada sobre mi pecho desnudo y fofo.<br />La noche anterior me hice con suficiente material autobiográfico para mil canciones.<br />Pero no tengo manos.<br /><br />V<br />Entras a leer todo lo que he escrito aquí.<br />Te burlas, te vistes y te vas a una tasca de Maracay, Mérida, Barquisimeto, Caracas o Madrid.<br />No me vuelves a dirigir la palabra nunca más.<br /><br />VI<br />He sido castrado químicamente.<br />Tomo antidepresivos que me volverían impotente si tuviera algo que levantar.<br />Despierto.<br /><br />VII<br />Estoy convencido de que estoy a salvo.<br />Pero el mismo fondo pasa detrás de mí una y otra vez.<br />Y de repente, jamás deja de estar nublado.<br />Nacy Spungen me ofrece un abrazo.<br />Estoy jodido.<div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-15235067.post-41706317818408669692007-09-06T07:20:00.000-04:002007-09-06T07:21:59.634-04:00Somebody<object width="425" height="350"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/ZF8sy1Gfcx8"></param><param name="wmode" value="transparent"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/ZF8sy1Gfcx8" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent" width="425" height="350"></embed></object><br /><br /><i>I want somebody to share<br />Share the rest of my life<br />Share my innermost thoughts<br />Know my intimate details<br />Someone wholl stand by my side<br />And give me support<br />And in return<br />Shell get my support<br />She will listen to me<br />When I want to speak<br />About the world we live in<br />And life in general<br />Though my views may be wrong<br />They may even be perverted<br />Shell hear me out<br />And wont easily be converted<br />To my way of thinking<br />In fact shell often disagree<br />But at the end of it all<br />She will understand me<br />I want somebody who cares<br />For me passionately<br />With every thought and<br />With every breath<br />Someone wholl help me see things<br />In a different light<br />All the things I detest<br />I will almost like<br />I dont want to be tied<br />To anyones strings<br />Im carefully trying to steer clear of<br />Those things<br />But when Im asleep<br />I want somebody<br />Who will put their arms around me<br />And kiss me tenderly<br />Though things like this<br />Make me sick<br />In a case like this<br />Ill get away with it</i><div class="blogger-post-footer">El diario del escritor Gabriel Torrelles A.K.A Kyo Teriyaki</div>Gabriel Torrelleshttp://www.blogger.com/profile/07954589891160517125noreply@blogger.com1